Bagdad.- Una serie de coches bomba explotaron el lunes en Irak dejando al menos 60 muertos en zonas predominantemente chiíes, en una de las jornadas más letales desde que insurgentes suníes entre los que se encuentra Al Qaeda incrementaron sus ataques este año.
Las 17 explosiones, que parecían estar coordinadas, se concentraron en concurridas calles y mercados de ciudades y localidades en el sur Irak, predominantemente chií, y los distritos de la capital donde residen chiíes.
Grupos extremistas, incluido Al Qaeda, han incrementado los ataques en los últimos meses en una insurgencia contra el Gobierno dirigido por chiíes, en momentos en que la guerra civil en la vecina Siria ha intensificado las tensiones sectarias.
La violencia ha elevado los temores de regreso de un conflicto entre comunidades a gran escala, en un país donde kurdos, la mayoría musulmana chií y los islamistas suníes deben encontrar aún una fórmula estable para compartir el poder.
En el bastión chií de Sadr, en Bagdad, la policía y testigos dijeron que una camioneta se dirigió a un grupo de hombres que esperaban a un costado de la carretera para iniciar una jornada laboral, y que el conductor les dijo que subieran antes de detonar el explosivo que iba dentro del vehículo.
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