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Cabeza de Vaca acusa a los hijos del presidente

Superiberia

En uno de sus viajes a Estados Unidos realizados en los últimos meses, en medio de la persecución judicial en su contra, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, se reunió con sus amigos de la oficina de la DEA en Laredo, Texas, para ofrecer un trato a la justicia norteamericana. El mandatario panista dijo tener información que involucra a la familia del presidente López Obrador, particularmente a sus hijos, en actividades relacionadas al huachicoleo y contrabando de gasolinas desde Estados Unidos a México.

Previo a sus reuniones con la DEA, el gobierno de Tamaulipas había mandado a investigar a José Ramón López Beltrán, a través de un despacho de exagentes del FBI que contactó también en Texas y que estuvieron siguiendo por 6 meses las actividades del hijo mayor del presidente. De lo que encontraron los exagentes estadounidenses es que su esposa, Carolyn Adams cobraba en Pemex, aunque también encontraron que ese pago ya lo recibía la nuera del presidente desde antes de que empezara el actual gobierno como “consultora en temas energéticos”. Se metieron a todas las páginas de Facebook y redes sociales del matrimonio López Adams y de ahí salieron la mayor parte de las fotos de ellos viajando y disfrutando por varios destinos del mundo que han sido publicadas en las mismas redes sociales y en varios medios de comunicación para tratar de mostrar el estilo de vida de los hijos del presidente que no siempre coincide con la austeridad republicana que tanto pregona el mandatario nacional.
Luego el equipo contratado por Cabeza de Vaca se puso a investigar la relación de Andy López Beltrán con los hermanos Carmona, empresarios que, según lo que rastreaban desde Tamaulipas, le entregaban fuertes cantidades de dinero al hijo mediano del presidente. Los empresarios Carmona son los mismos hermanos que le financiaron su campaña a Mario Delgado por la dirigencia de Morena y que tenían vínculos con varias Aduanas del país en la época de Ricardo Peralta.
Según esa información, los Carmona manejaban hasta cinco aduanas y con eso financiaban a Morena y a su presidente Mario Delgado. Este fue uno de los últimos datos que les dio Cabeza de Vaca a los agentes de la DEA en la oficina de Laredo, Texas.

En el contexto de esas acusaciones a la familia del presidente López Obrador, llamó la atención una noticia en la que el pasado 28 de marzo, el Grupo de Operaciones Especiales de Tamaulipas, el tristemente célebre GOPE, detuvo y decomiso un “camión de carga que transportaba 1 millón 115 mil dólares en efectivo y cuyo destino era Villahermosa, Tabasco”. Según un comunicado oficial de la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas, que encabeza Irving Barrios, el camión fue interceptado y detenido mientras transitaba en la carretera que va de Reynosa a San Fernando, y habría ingresado por la aduana fronteriza para dirigirse, según las declaraciones del chofer que lo manejaba, a entregar el dinero en Villahermosa “a un hermano del presidente”.
Según fuentes federales ese camión fue parte de “un montaje orquestado por la Fiscalía de Tamaulipas” con el único objetivo de “probar” las acusaciones en contra de la familia del presidente por su supuesto involucramiento en actividades de huachicoleo y contrabando de gasolina proveniente de Estados Unidos.

En todo ese contexto, que tiene que ver con la guerra política y jurídica que libran el gobernador de Tamaulipas y el gobierno federal, sucedió el incidente en el que hombres armados a bordo de una camioneta, le cerraron el paso a Mario Delgado el pasado 28 de mayo cuando el líder nacional morenista viabaja en una camioneta Suburban para apoyar las campañas de su partido en Tamaulipas. El mismo Delgado denunció en sus redes sociales a través de un video.
Hoy se sabe que quienes se acercan a la camioneta en que viajaba Mario Delgado, en la carretera de Matamoros, eran policías del GOPE vestidos de civil y que en realidad lo que estaban checando era el registro de la camioneta del líder morenista, para saber de quién era y resultó que el vehículo en el que se movía Mario estaba a nombre de los hermanos Carmona, justo los que Cabeza de Vaca sostiene que financian a Morena y a su dirigente.
Así que en la guerra entre el gobernador Cabeza de Vaca y el gobierno de López Obrador aún falta mucho por ver; mientras el asunto siga sin resolverse en el Poder Judicial y en la Suprema Corte, el duelo no sólo es jurídico y constitucional sino también político y en el juego de vencidas entre Ciudad Victoria y Palacio Nacional, se vale todo.

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