Sandra González
EL BUEN TONO
Orizaba.- Más de 300 jinetes del decanato campesino de las faldas del Pico de Orizaba participaron en la Cabalgata del Decanato Citlaltépetl, que culminó en la catedral de San Miguel Arcángel como parte de la fiesta patronal. Esta multitudinaria procesión marca un hito, ya que es la primera vez en años que se permite la entrada de caballos a la ciudad, después de haber estado prohibida.
De acuerdo a la secretaria de la Unión de Caballería, Nora Carreón, la agrupación que reúne a estos jinetes ha participado en varias procesiones, pero la de este año fue especial debido a la invitación extendida para integrarse al festejo en Orizaba.
El recorrido no estuvo exento de desafíos. Los jinetes cuidaron especialmente los herrajes de sus caballos para evitar que se resbalaran en las calles urbanas, y además porque los caballos suelen asustarse por las alcantarillas. También se dispuso de puntos de descanso, como el campo ADO, donde los organizadores pudieron aflojar sus monturas, darles de tomar agua y descansar antes de regresar a sus hogares.
Los jinetes partieron desde las primeras horas de la mañana de lugares como Xoxometla, Villas Pico, La Perla, y a lo largo del trayecto se les unieron participantes de otros puntos, como la cabecera municipal de Mariano Escobedo. El recorrido de regreso hasta su localidad tomó aproximadamente una hora y media.
