Londres.- La Fórmula Uno se volvió un deporte predecible y hasta aburrido cuando Michael Schumacher dominó a su antojo y conquistó siete campeonatos mundiales. Ahora, es su compatriota alemán, Sebastian Vettel, con Red Bull, el que ha convertido las pistas en su dominio exclusivo.
Varias modificaciones a la reglamentación para el 2014, que incluye cambios de motores, busca inyectar un nuevo elemento para hacer la F1 más impredecible y emocionante, y no que no todo se reduzca a la incógnita de quién entra detrás de Vettel.
La revolución más significativa comienza por el motor y se extiende a la aerodinámica de los coches. Los pilotos deberán aprender a modificar sobre la marcha, ya que el estilo de conducción variará mucho más que con los cambios introducidos en la última década,
En otros cambios, la Fórmula Uno acreditará doble puntaje a los pilotos que ocupen los primeros lugares en la última carrera del año, en este caso para hacer menos probable que el título ya esté decidido para ese momento, como acaba de ocurrir este año con Vettel tres fechas antes.
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