Acultzingo.- En las 32 localidades rurales, los usos y costumbres son la causa de que el 70 por ciento de los varones tomen como pareja a una adolescente de entre 16 y 18 años, pero no para responder a compromisos como el matrimonio, indicó el oficial del Registro Civil, José Díaz Martínez.
Refirió que aunque la respuesta que logran en las campañas de matrimonios colectivos es buena, hasta que llegan los hijos y tienen la necesidad de ingresar a la escuela, es como se formalizan las relaciones que datan de cinco y hasta 50 años de convivencia en unión libre en el municipio.
Destacó que aunque la Oficialía del Registro Civil busca contrarrestar el rezago de las parejas que viven en unión libre, en estadísticas, sólo el 30 por ciento de las parejas deciden casarse por lo civil.
“En comunidades como Potrero, Coxolitla de Arriba y otras, aún persiste el machismo, ahí el hombre tiene el poder de decidir qué mujer le gusta para esposa y ejerce esa autoridad de los usos y costumbres, se la llevan o se va por voluntad a vivir a la casa del varón, pero no se toca el tema del matrimonio”, puntualizó.
Díaz Martínez, añadió que aunque la mujer pida formalizar la relación, es el hombre quien evade ese compromiso, sin embargo, ambos lo retoman cuando llegan los hijos, surge la necesidad de asentarlos y darles identidad legal ante la sociedad.
Agregó que pese a las acciones de concientización a los pobladores de las 32 localidades sobre el deber constitucional de legalizar la unión libre, siguen existiendo parejas que llevan viviendo hasta 50 años, por lo cual las campañas de matrimonios colectivos se llevan a cabo dos veces al año y las de registros extemporáneos son permanentes.
Consideró que falta mucho para que la situación cambie, pero las mujeres empiezan a reclamar su derecho a decidir.