Este martes, dos buques militares rusos, incluyendo el Almirante Gorshkov, la fragata más avanzada de la flota rusa, hicieron su entrada en el Puerto de La Guaira, Venezuela, tras una reciente visita a Cuba. Estas embarcaciones, parte de la Flota del Norte de Rusia, tienen como objetivo principal mostrar presencia naval en zonas estratégicas y operativas del Caribe y el Atlántico.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que los buques permanecerán en Venezuela durante varios días antes de continuar con sus operaciones en aguas atlánticas. Esta visita, no oficialmente anunciada por el gobierno venezolano, ha sido descrita como una muestra de amistad y solidaridad entre ambos países, según declaraciones del vicealmirante Edward Centeno Mass de la Armada venezolana.
Venezuela, uno de los principales aliados de Rusia en la región, ha recibido con entusiasmo esta muestra de apoyo, reafirmando su estrecha relación diplomática en momentos clave como la crisis en Ucrania. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha expresado públicamente su respaldo a Rusia, describiendo a Vladimir Putin como su “hermano mayor”.
El Comando Sur de Estados Unidos ha catalogado esta escala como rutinaria y ha asegurado que no representa una amenaza significativa. Similar declaración se hizo durante la visita previa de los buques rusos a Cuba en junio, donde además participaron en ejercicios de misiles de alta precisión.
Esta presencia militar rusa en Venezuela subraya la dinámica geopolítica en el Caribe y el interés estratégico de Moscú en la región, mientras continúan las tensiones internacionales en otras partes del mundo.
