AGENCIA
Estado de México.- Un brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en hospitales del Estado de México ha provocado la muerte de 17 recién nacidos, la mayoría prematuros, y mantiene hospitalizados a otros siete. En el Hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini, en Toluca, cuatro bebés han sido afectados; uno de ellos falleció, mientras que los otros tres permanecen bajo vigilancia médica.
El recién nacido Ángel, quien lleva 27 días de vida, la mitad en aislamiento, es uno de los afectados. Diagnosticado con una infección por Escherichia coli, diferente a la Klebsiella, Ángel ha mostrado mejoría tras dos semanas de tratamiento con antibióticos, aunque su estado sigue siendo delicado. La resistencia de estas bacterias a los medicamentos ha dificultado el tratamiento.
Hermetismo y confusión
Familiares de los bebés afectados han denunciado falta de información y transparencia por parte del hospital y de las autoridades de salud. Muchas madres aseguran que no han sido informadas sobre la naturaleza de las infecciones y permanecen en incertidumbre, mientras que otras se enteraron del brote a través de redes sociales.
El brote, detectado el 28 de noviembre, ha sido gestionado con hermetismo por la Secretaría de Salud, encabezada por Claudia Sheinbaum. Aunque en un inicio se señaló como posible causa la contaminación de la nutrición parenteral suministrada por la empresa SAFE Productos Hospitalarios SA de CV, los análisis de Cofepris no detectaron presencia de la bacteria en sus productos.
Medidas de contención y vigilancia
El hospital Mónica Pretelini ha reforzado las medidas de aislamiento y realizado estudios a cientos de recién nacidos, con resultados negativos en la mayoría de los casos. La institución reportó que los casos confirmados están “estables con evolución clínica favorable”. Sin embargo, la incertidumbre persiste debido a la falta de un origen confirmado para el brote y la ausencia de información oficial sobre otros hospitales afectados.
Mientras las autoridades continúan las investigaciones, los padres de los bebés afectados exigen respuestas claras y acciones contundentes para evitar nuevas tragedias en los centros de salud.