Cuichapa.- El cuerpo de un hombre en estado de descomposición fue localizado ayer, en las aguas del río Blanco, atorado en el tronco de un árbol que había sido arrastrado por la corriente, a la altura del puente que se ubica en el camino Cuichapa-Tenejapa de Mata, donde fue descubierto por los habitantes. Un policía municipal y un campesino de 62 años, arriesgaron su vida para meterse al afluente y amarrar el cuerpo, que luego fue jalado a la orilla por varias personas.
Corporaciones policiacas de Cuichapa y Omealca, así como autoridades ministeriales y más de cincuenta habitantes se congregaron en el puente, para realizar las labores de rescate del cuerpo, el cual se dificultó debido a la creciente del río.
Se trata de un hombre que podría tener entre 30 y 40 años, estatura aproximadamente de 1.70 metros, de complexión media y tez morena clara. Sólo tenía un pantalón de mezclilla y calcetines negros. El cuerpo del desconocido tenía también 2 tatuajes, uno en cada hombro, con la figura de una estrella.
El hallazgo ocurrió alrededor de las 09:00 horas de este lunes, cuando habitantes de la localidad Tenejapa de Mata, municipio de Cuichapa, caminaban hacia la cabecera municipal, pero al pasar por el puente del río Blanco, descubrieron que a unos 20 metros río abajo, cerca de una de las orillas, se encontraba el tronco de un árbol con raíces, el cual sobresalía de la superficie del agua.
Ahí notaron que se encontraba el cuerpo de un hombre, pendiendo de las piernas, con los brazos y la cabeza sumergida en el agua turbia.
Tras reportar los hechos al servicio de emergencias 066, al lugar se trasladaron policías municipales tanto de Cuichapa como de Omealca, decenas de pobladores, así como elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) con base en Tezonapa, y peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, junto con personal de una conocida funeraria, todos bajo el mando del agente del Ministerio Público Porfirio Hernández Guzmán, quienes se abrieron paso entre la maleza y acordonaron una área para realizar los trabajos.
Debido a que el cadáver se encontraba a una distancia aproximada de 10 metros de la orilla, y la corriente del agua era intensa en esa parte, se dificultaron las tareas para el rescate del cuerpo.
Asegurados con cuerdas, se introdujeron al agua el policía municipal Margarito Quintero Corona, de 27 años, así como el agricultor Emiliano Rosas Flores, de 62 años, quien tiene su domicilio en la congregación Rincón de Buenavista, municipio de Omealca, y que al igual que muchos de los vecinos, llegó al lugar para saber quién era el difunto.
Para evitar que el cadáver fuera arrastrado por la corriente, primero lo sujetaron con 2 cuerdas, las cuales sostenían desde la orilla civiles y policías.
Durante más de una hora y dirigidos por el resto de los voluntarios, la dupla maniobró con las cuerdas y un machete, para cortar algunas raíces. A momentos, el policía y el campesino tomaban descansos, cuidándose de no caer al agua, pero haciendo esfuerzos por destrabar el cuerpo, el cual aparentaba estar maniatado de los pies, los cuales tenía cubiertos por el pantalón, que se le había bajado por la fuerza del agua.
Cerca de las 11:20 horas, el cuerpo por fin fue jalado hacia la orilla, donde fue cubierto de inmediato con una camilla de la funeraria, para evitar que curiosos lo vieran o le tomaran fotografías. Después, fue cubierto con bolsas negras y llevado a una carroza que lo trasladó a una conocida funeraria de Córdoba, donde quedó en calidad de desconocido.
Ya en las inspecciones oculares que los investigadores le hicieron al cuerpo, observaron que tenía 2 tatuajes, uno en cada hombro, y con forma de estrellas. Aparentemente, no tenía huellas de heridas o impactos de bala, pero si moretones que probablemente le fueron causados por el golpeteo con las rocas.
Con el de este hallazgo, suman aproximadamente 30 las personas que en los últimos 2 años han sido localizadas muertas en este afluente, a lo largo de varios municipios desde Fortín hasta Omealca y Cuitláhuac.
De la Redacción
El Buen Tono