Muy de moda esta Brasil en estos días, que se aproxima el mundial de fútbol, evento que seguro tendrá a los ojos del mundo sobre ellos, pero lo que muy pocos saben realmente es de su situación y sus próximas elecciones en el mes de octubre. Dilma Rousseff , su actual presidenta enfrenta el mundial como su principal rival político, tras una primera mitad de legislatura tranquila para la primer mujer de la historia en presidir el país, la desaceleración económica y la explosión de las protestas sociales del pasado 2013 y las actuales, han iniciado una caída de popularidad que podría acabar por enterrarla después de un torneo de fútbol que rechazan casi la mitad de los brasileños. Dilma, hija de un inmigrante búlgaro y una brasileña, nació en 1947 y desde muy joven se afilio a la izquierda mas combativa del país. Durante la dictadura militar, paso casi tres años (entre 1970 y el 72 ) en la cárcel por su participación en guerrillas comunistas; asumió en 2010 una gran herencia de Lula elevado a mito tras conseguir en sus ocho años de gestión dar mas relevancia internacional que nunca a Brasil y sacar a millones de brasileños de la miseria. Elegida por su antecesor que siempre la defendió , Dilma prosiguió un programa de asistencialismo. Su escasa exposición mediática y su seriedad le sirvieron para labrarse una imagen de mejor gestora que su antecesor, llegando a ser una de las mandatarias mas respetadas de America Latin, gracias al crecimiento de la economía de Brasil, que se convirtió en la sexta potencia mundial a finales del 2011. Muy por arriba de nuestro país que solo vimos el despeje de los cariocas de lejos. Dilma nunca estuvo cerca del escándalo de corrupción que mancho la gestión de Lula da Silva. Formada en buenas escuelas desde la infancia y en economía como universitaria, ella también podría recibir las descalificaciones de “Rancho o de Pueblerina”, que los enemigos dedicaban habitualmente a un Lula de origen humilde y trabajador. El país estaba dispuesto a llegar en su momento de forma al mundial 2014 y los juegos de Rio 2016, mega eventos conseguidos por Lula. Pero en 2013 el sueño empezó a desvanecerse , la desaceleración económica , los problemas estructurales del país , las enormes desiguladades sociales. Mientras la inflación seguía ahogando a una clase media que tampoco veía que los altos impuestos que pagaban se tradujeran en unos servicios públicos de calidad. Miles de personas salieron a las calles entre abril y octubre del 2013, además de exigir mejoras en sanidad pública y educación , pedían el fin de la corrupción , mostrando su rechazo al mundial cuyo costo público se ha ido multiplicando escandalosamente hasta convertirse en el mas caro de la historia. Su popularidad ha bajado como la espuma, a todo esto se suma que los partidos aliados al gobierno están manejando la posibilidad de abandonarla para conseguir mas poder de cara a las próximas elecciones . Así Dilma tiene mas rivales dentro de su propia gestión como presidenta que entre sus oponentes políticos, los principales precandidatos opositores parecen capaces de lograr apoyo suficiente para tumbar a la actual presidenta . Todo dependerá en gran medida, de que el mundial se celebre en calma y que no se vivan manifestaciones violentas . Si Brasil gana el mundial en el terreno de juego es muy posible que el desvío de atención hacia el fútbol también beneficie a la presidenta. Así es como lo veo yo desde las gradas y ud? pepejets@hotmail.com
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