Córdoba.- Además de utilizar a jovencitas como objetos para incrementar sus ingresos durante la colecta anual que Bomberos de Córdoba realiza actualmente; ahora los vehículos oficiales son utilizados, además de para parrandear, como unidades de mudanza.
Al parecer el cuerpo de voluntarios tiene “carta libre” para llevarse las unidades que se supone deberían ser para el uso exclusivo y atención de alguna emergencia que pudiera suscitarse, no para su beneficio propio o el de particulares, como se ha visto en reiteradas ocasiones circulando por esta localidad.
En su mayoría, las unidades han sido resultado de diversas donaciones, tanto de particulares como del Gobierno del Estado, mientras que el mantenimiento y combustible de los mismos es facilitado por las aportaciones de la población, así como de algunos alcaldes que donan a Bomberos de Córdoba sus salarios, además de aportaciones mensuales adicionales.
Durante el pasado mes de agosto, se suscitó un fatídico accidente sobre la carretera federal Cuitlahuac-Veracruz, en el cual perdieron la vida cinco pasajeros, a consecuencia de que los cuerpos de bomberos de Córdoba y Cuitlahuac se negaron a atender el llamado de auxilio de la Policía Federal; en el caso de esta localidad, recordemos que fue el mayor Abraham Aíza Ávalos, quien negó el auxilio bajo el pretexto de que no se contaba con el combustible necesario para que las unidades cisternas y de rescate arribaran al lugar.
Luego de dichos señalamientos, tanto empresarios como algunos alcaldes, dentro de los que se encuentra Guillermo Rivas, realizaron aportaciones económicas, puesto que se hablaba de grandes carencias.
¡No tienen vergüenza!
Pese a ello, ciudadanos han sido testigos de esa prepotencia y arbitrariedad con la que Bomberos de Córdoba se ha venido desempeñando, puesto que además de su venta de agua, ahora queda en evidencia el mal uso que se da a los vehículos.
En reiteras ocasiones se ha manifestado la necesidad de que este cuerpo de rescate deje de estar bajo el funcionamiento y operación de particulares, pasando a formar parte de los ayuntamientos; sin embargo, ante la negativa mostrada hacia dicha posibilidad, esta familia se ha servido con la cuchara grande en lugar de comprometerse con un servicio optimo y de calidad para la población.
El Buen Tono