Córdoba.- La pasión y vocación por servir a la comunidad, distinguió al teniente Alfonso Juárez Chimal, quien por 50 años sirvió al Heroico Cuerpo de Bomberos.
Ayer, cerca de las 11:00 horas, cerró los ojos para siempre a causa de una enfermedad que ya tenía diagnosticada desde hace algún tiempo. Sin embargo, su legado perdurará en la memoria de la institución, así como de sus compañeros y su familia.
Para Nayeli Juárez, hija mayor del Teniente Chimal, su padre era un hombre estricto del que heredó la pasión por servir a los demás, ya que actualmente ella se desempeña como paramédico.
“Recuerdo que cuando sonaba la alarma me decía ahí te quedas y se iba; a veces sí le decíamos que dejara tantito su trabajo, pero le ganaba la pasión”.
Entre las cosas más destacadas que hizo Alfonso Juárez Chimal fue el haber participado en las operaciones de rescate y desalojo cuando explotó Anaversa, en ese entonces vivía por la zona de La Estación y ya se desempeñaba en el cuerpo de Bomberos. También era uno de los elementos mejor capacitados de la zona debido a que durante toda su vida acudió a varios cursos y talleres relacionados con su trabajo.
“Cuando le tocaban incendios grandes si llegaba a la casa olía un poco a humo”, explicó su hija al recordar cómo eran los días en los que prestaba servicio y siempre regresaba con una historia nueva que contar.