AGENCIA
Israel.- En un giro tenso de los acontecimientos diplomáticos, el primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, emitió una advertencia firme en respuesta a las declaraciones del presidente español, Pedro Sánchez, sobre el posible reconocimiento unilateral del Estado Palestino por parte de España.
Ante las afirmaciones de Sánchez, Netanyahu respondió con una advertencia que ha resonado en la arena internacional: “Bombardearán Barcelona o Madrid”. Sin embargo, el Primer Ministro israelí ha aclarado que estas palabras no constituyen una amenaza directa, como se ha malinterpretado en algunos medios.
Según Netanyahu, la advertencia busca poner de relieve la preocupación de Israel sobre la presencia de milicianos de Hamás en lugares sensibles como hospitales, escuelas, áreas residenciales e instalaciones de la ONU. El líder israelí señaló que Hamás utiliza estas ubicaciones estratégicas para lanzar ataques con miles de misiles directamente hacia las ciudades israelíes.
“Apuntan directamente a nuestras ciudades todo el tiempo. Miles y miles y miles de bombas cayendo sobre Barcelona, Madrid, Bruselas, Amberes o cualquier otra ciudad europea”, advirtió Netanyahu a Sánchez, destacando la gravedad de la situación.
Durante su reciente visita a Israel, el presidente del Gobierno español expresó críticas hacia la respuesta israelí ante la ofensiva de Hamás, mostrando su preocupación por la pérdida de vidas civiles, incluyendo la de niños inocentes en la Franja de Gaza.
El gobierno de Hamás informó que, desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, 14 mil 854 personas han muerto en bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, incluyendo 6 mil 150 menores y 4 mil mujeres. Se reportaron también 36 mil heridos, y el Ministerio de Salud de Hamás destacó la difícil situación en la que se encuentran debido a la intensidad de los bombardeos.
En respuesta a las declaraciones de Sánchez, el ministro de Exteriores israelí condenó la postura española y solicitó la convocatoria de los embajadores de España y Bélgica para una “dura conversación de reprimenda”. El diálogo entre ambas naciones se encuentra en una encrucijada marcada por la firmeza de las posturas.
Netanyahu justificó las acciones de Israel al señalar que enfrentan a un enemigo “particularmente cruel” y acusó a Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos, un acto catalogado como “crimen de guerra”. Subrayó la complejidad de la situación y la necesidad de acciones que protejan a la población civil, al tiempo que destacó la intención de Hamás de eliminar el Estado judío. La difícil pregunta de cómo las democracias deben enfrentarse a grupos terroristas que se ocultan entre civiles quedó en el centro del debate.
