Las fuerzas de seguridad berlinesas desactivaron con éxito una bomba británica de 500 kilos lanzada durante la Segunda Guerra Mundial, tras haber desalojado una parte del centro de la capital alemana.
El artefacto, encontrado por trabajadores en una obra en el corazón de la capital alemana, fue calificado de “seguro” por la policía. Los artificieros sólo tuvieron que hacer estallar el detonador y no la propia bomba.