Un reciente estudio realizado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha encendido las alarmas sobre la seguridad de las bolsitas de té comerciales. Según la investigación, publicada en un comunicado de prensa el pasado 19 de diciembre, estas bolsitas, especialmente las fabricadas con ciertos tipos de plásticos, podrían liberar millones de microplásticos y nanoplásticos en cada infusión.
¿Qué bolsitas de té liberan más microplásticos?
El estudio destacó que las cantidades de plásticos liberados dependen del material de fabricación:
- Bolsitas de polipropileno: liberan aproximadamente 1,200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 136.7 nanómetros.
- Bolsitas de celulosa: emiten cerca de 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros.
- Bolsitas de nailon-6: liberan 8.18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 138.4 nanómetros.
Impacto de los microplásticos en el cuerpo
Los científicos también analizaron qué ocurre en el organismo al consumir estas partículas. Descubrieron que las células intestinales productoras de moco absorbieron una gran cantidad de micro y nanoplásticos. Estas diminutas partículas incluso lograron ingresar al núcleo celular, que contiene el material genético.
El mucus intestinal parece jugar un papel clave en la absorción de estas partículas contaminantes, lo que genera preocupación por sus posibles efectos a largo plazo en la salud humana. De hecho, según los expertos, los envases de alimentos son una de las principales fuentes de microplásticos, y su inhalación e ingesta son vías comunes de exposición.
Métodos utilizados en la investigación
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores emplearon un conjunto de técnicas analíticas avanzadas:
- Microscopía electrónica de escaneo (SEM)
- Microscopía electrónica de transmisión (TEM)
- Espectroscopia de infrarrojos (ATR-FTIR)
- Dispersión de luz dinámica (DLS)
- Velocimetría láser por efecto Doppler (LDV)
- Análisis de seguimiento de nanopartículas (NTA)
“Hemos logrado caracterizar de manera innovadora estos contaminantes con técnicas de vanguardia, lo que constituye una herramienta muy importante para avanzar en la investigación sobre sus posibles impactos en la salud humana”, explicó Alba García, investigadora de la UAB.
Posteriormente, las partículas plásticas se tiñeron y se expusieron a células intestinales humanas para evaluar su interacción y su posible internalización.
Reflexiones finales
Este estudio subraya la necesidad de investigar más a fondo los efectos de la exposición crónica a los microplásticos en la salud humana. Mientras tanto, considerar alternativas más ecológicas para nuestras infusiones podría ser un primer paso hacia una mayor seguridad y sostenibilidad.