San Sebastián.- El actor británico Orlando Bloom llegó al Festival de Cine de San Sebastián a medianoche, como Cenicienta, escoltado por el rugir de una treintena de motociclistas que lo acompañaron hasta el Kursaal, donde se presentaba la película que produce The greasy handes preachers, en la sección Savage Cinema.
La nube provocada por los escapes no se diluyó hasta que la comitiva atravesó el puente sobre el Urumea que separa el María Cristina del Kursaal, escenario del Festival, y un fuerte olor a goma quemada fue perfumando la noche, deliciosa en San Sebastián, con cielos despejados y cerca de 20 grados centígrados.
El príncipe Legolas de la trilogía El señor de los Anillos, la última estrella rutilante del universo de este Zinemaldia 2014, llegó pasadas las once de la noche al hotel María Cristina de la capital donostiarra donde derrochó simpatía entre sus centenares de fans, muchas de las cuales llevaban cerca de dos horas esperándole.
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