El escenario estaba preparado en Lima este sábado para una de las últimas confrontaciones diplomáticas entre dos gigantes mundiales: el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping. A unas horas de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, los líderes de las dos mayores economías del mundo se reunieron para discutir temas clave que marcarán el rumbo de las relaciones internacionales en los próximos años.
En el lujoso hotel de Lima donde se celebró el encuentro, rodeado por un vasto dispositivo de seguridad, los dos líderes se sentaron cara a cara después de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Este encuentro, que también se vio marcado por discursos en defensa del libre comercio y en contra del proteccionismo, reveló las tensiones que Trump, con su regreso inminente, podría reavivar.
Las políticas proteccionistas de Trump, que en su primer mandato golpearon duramente a China y México con aranceles elevados, siguen siendo una amenaza latente. Durante su mandato, Trump desató una guerra comercial con Pekín, que solo fue puesta en pausa en 2020. Ahora, se espera que su posible regreso a la presidencia haga temblar las alianzas globales, con amenazas de aranceles que podrían aumentar hasta un 60% para las exportaciones chinas y un 25% para las de México, su principal socio comercial.
Xi Jinping, por su parte, utilizó el escenario para exponer su visión de un mundo que atraviesa “turbulencias y transformaciones”. En sus palabras, la unión y la cooperación entre las naciones del Asia-Pacífico son fundamentales para hacer frente a un creciente proteccionismo global. En este contexto, se percibe el retorno de Trump como una seria amenaza no solo para las relaciones entre Estados Unidos y China, sino también para el orden global establecido en los últimos años.
A pesar de los esfuerzos por estabilizar las relaciones en la región, como se evidenció en las discusiones sobre seguridad alimentaria, energía y salud, la figura de Trump se cierne sobre todos estos acuerdos. El analista peruano Farid Kahhat lo resumió de forma clara: mientras Biden es predecible y confiable, Trump sigue siendo un “factor impredecible” que podría reconfigurar el panorama geopolítico a su manera.
Con el regreso de Trump, el futuro de las políticas comerciales y la cooperación internacional está en la cuerda floja. ¿Serán los Estados Unidos y China capaces de encontrar un nuevo equilibrio, o asistiremos a una era de mayor confrontación y aislamiento? Lo cierto es que la sombra de Trump, con sus propuestas radicales y su estilo impredecible, está por transformarlo todo.