Estados Unidos.- El presidente Joe Biden ha destacado abiertamente la conexión entre la guerra y la prosperidad económica de Estados Unidos al instar al Congreso a aprobar miles de millones en nuevos fondos para la compra de armamento destinado a Ucrania e Israel. Biden argumenta que el envío de equipo militar contribuye a reabastecer las reservas estadounidenses, generando empleos y beneficios económicos en el país. Este reconocimiento público de la relación entre la guerra y la economía marca un nuevo nivel de honestidad, según expertos, aunque críticos instan a evaluar las ventas de armas por su impacto estratégico y de derechos humanos, no solo por los beneficios económicos para las contratistas militares.
La Casa Blanca ha solicitado al Congreso más de 100 mil millones de dólares en fondos militares adicionales para Ucrania e Israel, resaltando que más de 50 mil millones se destinarían a contratos militares estadounidenses, beneficiando a empresas en casi todos los 50 estados. Aunque la administración de Biden argumenta que apoyar militarmente a Ucrania revitaliza la base industrial de defensa del país y respalda empleos bien remunerados, hay preocupaciones sobre el impacto en otras áreas y la dirección de la inversión pública. La aprobación de los fondos aún está pendiente en el Congreso, lo que intensifica el debate sobre la relación entre el gasto militar y la economía de EE. UU.
