El Presidente Joe Biden intentó este jueves presentar una visión unificadora para el hemisferio occidental, incluso cuando la Cumbre de las Américas se ha visto golpeada por divisiones y ausencias que dificultan el consenso entre América del Norte y del Sur sobre asuntos de migración, economía y clima.
Las diferencias en riqueza, gobernabilidad y temas de interés nacional representan un desafío para que Biden pueda repetir las alianzas que ha forjado en Asia y Europa. Esto ha creado expectativas limitadas en la reunión hemisférica que Estados Unidos está albergando por primera vez desde 1994.
Con esfuerzos diplomáticos tensos ante la decisión de algunos presidentes que optaron por no asistir y propuestas legislativas estancadas en un congreso polarizado, Biden se concentró en tratar que las corporaciones y el sector privado respalden sus iniciativas. El Gobierno espera que los lazos financieros ayuden a limar las diferencias económicas y al mismo tiempo fortalezcan el crecimiento económico y una mayor equidad en la región.