El Papado es una de las instituciones del mundo occidental más antiguas que haya permanecido vigente hasta el día de hoy. Su continuidad también llama mucho la atención. Con 1980 años de existir, está a punto de cumplir su segundo milenio de conducir los destinos de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Fue Israel, donde Jesucristo designara al pescador de Simón Pedro, como el responsable de conducir a la nueva iglesia, así lo dejan asentados los cuatro evangelistas. De la gran responsabilidad que le fue recomendada, a pesar de las tres veces que lo negó, durante los juicios en contra de Jesucristo. Una de las grandes proezas del cristianismo, que nace en Medio Oriente, muy lejos del corazón del imperio romano; que había conquistado y ocupado estas regiones del Medio Oriente, es el mismo Flavio Josefo, quien nos deja la crónica de la conquista de Jerusalén por los Romanos. Que eran consideradas como regiones periféricas, y los romanos sometieron a ese pueblo por armas y todo lo que representa una conquista militar. El cristianismo, por medio de su proyecto del amor al enemigo, conquista la capital y el corazón del Imperio Romano, se instala para expandir la nueva religión. Sin olvidar que los primeros años, los cristianos sufrieron todo tipo de martirio por parte de las autoridades del imperio. San Pedro, como primer vicario de Jesucristo tuvo que enfrentar las más crueles persecuciones de parte de los judíos como de las autoridades del imperio Romano. La primera sede Papal fue Antioquía, ya para el año 42, San Pedro se establece en la ciudad eterna de Roma, desde ahí difundió el evangelio al mundo conocido por aquella época, dando eco a las palabras pronunciadas por Jesucristo “id por todo el mundo anunciando la buena nueva”. El 29 de junio del año 67, siendo emperador del imperio Nerón, son martirizados los apóstoles Pedro y Pablo: el primero crucificado, con la cabeza hacia abajo, por no ser digno de ser crucificado como su maestro, el segundo por ser ciudadano romano fue decapitado.
La historia del Papado Romano en los últimos cien años, ha sido muy compleja, pero también llena de grandes acontecimientos como de sorpresas, como el haber estado muy cercana a los acontecimientos de la primera guerra mundial (1914-1919) y la segunda guerra mundial (1939-1945), en esta última tuvo una participación preventiva, la aparición del radio, que la Santa sede, supo utilizar con una facilidad extraordinaria, la firma de concordato en 1929, con la República Italiana, dio nacimiento al Estado Vaticano, otros sucesos son: los primeros viajes de un sumo pontífice fuera de la República italiana en 1962, la convocatoria del Papa Juan XXIII a un nuevo concilio, llamado Concilio Vaticano II. La visita de un Papa a suelo latinoamericano, como realizó SS Pablo VI, quien muere en el verano del 1978. El legado de Juan Pablo I, el Papa de los 33 días y la sonrisa.
Ese año de 1978, la Santa Sede tuvo a tres Papas: Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, este último la gran revelación luego de más 500 años que los Papas eran de nacionalidad italiana, y el cardenal Wojtija procedía de la católica Polonia, además salía de la cortina de hierro, como llamaba a la Guerra Fría a los Estados de órbita soviética.
Juan Pablo II, inicia un peregrinar por el mundo iniciado en enero de 1979, en México. En 1981, designa al teólogo alemán, Joseph Ratzinger, como prefecto de la Doctrina de la Fe. Dos biografías simbólicas, el polaco, víctima de lo Nazi, y el alemán, obligado a pertenecer a las juventudes hitlerianas en el marco de la segunda guerra mundial.
El 13 de mayo de ese mismo año de 1981, lo inaudito: que alguien atentara contra la vida del Vicario de Cristo, en la Plaza de San Pedro. El cónclave de 2005, designó al cardenal Ratzinger como el sucesor 264 de San Pedro, a la edad de 79 años. Los casi ocho años del Papado de Benedicto XVI, han sido los más complicados, por una serie de problemas que lentamente ha ido enfrentado la administración Papal, sobre todo el caso de la pederastia practicada por sacerdotes débiles, y los afectos que reclama la justicia, ante este crimen; las luchas propias al interior de la gobierno vaticano. Benedicto XVI, siendo unos los intelectuales más importantes del mundo actual, sigue dando luces en el mundo de la teología, y la responsabilidad de conducir el destino de la Iglesia Católica Apostólica Romana, él siempre lo entendió como que era una responsabilidad para alguien más joven de edad. Si bien es cierto que su pensamiento seguramente hoy más que nunca debe estar lúcido, su el cuerpo de 85 años debe estar cansado, ayer se supo que desde hace más de diez años utiliza un marca pasos en su corazón.
La noticia más impactante del 2013, sin duda alguna será la renuncia que anunció Benedicto XVI, el lunes 11 de febrero del 2013, para establecer la fecha de las próximas beatificaciones, hace el anuncio de su renuncia al trono petrino. México estuvo presente en dicho acto, pues entre los nuevos beatos, hay una mexicana. Pocas horas después, el portavoz vaticano, comenta que la decisión la tomó el Papa luego de su viaje a México y Cuba, en marzo del 2012. La noticia corrió más veloz que la luz, gracias a todos los medios masivos de comunicación y las redes sociales. Cambió la agenda de los periódicos, noticieros en vivo, fue lo más importante de la mañana del pasado 11 de febrero, que era conocer los motivos de la renuncia.
¿Cuál es el impacto que estamos viviendo los que colaboramos en los medios católicos? Desde la Edad Media no se daba una renuncia Papal. Todos recordamos la agonía del beato Juan Pablo II, ese sábado 5 de abril 2005, la señal fue el foco de la habitación del Papa, cuando se apagó, fue el anuncio de su muerte. Y entró en función el Cardenal camarlengo, quien según el ritual, debería verificar la muerte del Papa; como organizar todos los actos del funeral y convocar a los cardenales para la celebración del cónclave de elección del nuevo Sumo Pontífice.
La renuncia del longevo Sumo Pontífice, es sin duda alguna todo un acontecimiento para la historia de la Iglesia. Son muchos los ejemplos de ancianos que prefieren morir ejerciendo el poder, antes de ceder y dejarlos. Pienso en los dictadores, reyes, dirigentes sindicales, o maestros que mueren en la raya, cuando tuvieron el derecho de jubilarse con dignidad. Benedicto XVI, sale por la puerta grande, de la dignidad. A partir del 28 de febrero, Joseph Ratzinger, regresa a su esencia de leer, reflexionar y escribir, en la plenitud de su vida; seguramente nos deleitará próximamente con sus nuevos escritos. En la renuncia presentada el pasado 11 de febrero del 2013, escribió:
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado, sufriendo y rezando. (…) es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma, que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, dejo… y pido perdón por todos mis defectos.