En el mundo de los primates, la conexión con los seres humanos es innegable, destacando similitudes en rasgos y comportamientos que fascinan a los científicos y al público por igual. Un claro ejemplo de esta afinidad se celebró recientemente en el zoológico de Hagenbeck, en Hamburgo, donde Bella, la orangután de Sumatra más vieja del mundo en cautiverio, festejó su 63° cumpleaños.
Bella nació en 1961 y fue encontrada en su hábitat natural en 1964. Desde entonces, ha vivido bajo el cuidado humano, superando expectativas de longevidad. Mientras que los orangutanes en estado salvaje suelen vivir hasta los 35-40 años, y los en cautiverio alcanzan alrededor de 50 años, Bella ha desafiado todos los pronósticos. Desde 2021, ostenta el título Guinness como el orangután vivo más longevo, un testimonio de los cuidados excepcionales que ha recibido.
La celebración de su cumpleaños fue un evento dulce, con un pastel de arroz hervido y frutas, adaptado a su dieta suave debido a la pérdida de varios dientes. La encargada de su cuidado, Jill, asegura que Bella es “honesta, prudente, curiosa, inteligente y cariñosa”. Además de ser madre biológica de seis, Bella ha adoptado y criado a otros cuatro orangutanes, ganándose el sobrenombre de “supermamá”.
A pesar de su edad avanzada y de que le cuesta realizar algunos movimientos que antes eran habituales para ella, Bella sigue disfrutando de una vida tranquila y llena de cuidados. El zoológico espera que continúe rompiendo récords y disfrutando de su jubilación en paz y tranquilidad.
Este caso no solo celebra la longevidad de Bella, sino que también subraya la importancia de la conservación y el bienestar animal en los zoológicos modernos. Bella no solo es un milagro viviente, sino también un puente entre los humanos y el mundo natural, recordándonos la profunda conexión que compartimos con nuestros parientes primates.