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Internacional.- En una operación de rescate que mantuvo en vilo a toda la comunidad local, un bebé de apenas 50 días fue rescatado de una zona rocosa al sur de la isla griega de Tilos, después de haber permanecido varado junto a sus padres durante tres días. El pequeño fue encontrado en brazos de un agente de la Guardia Costera griega, dentro de una pequeña barca hinchable que tuvo que ser remolcada por dos voluntarios debido al fuerte oleaje y las intensas ráfagas de viento que azotaban la región.
El caso salió a la luz pública este lunes, cuando la alcaldesa de Tilos, Maria Kamma, compartió en redes sociales varias fotografías y un vídeo que muestran el dramático momento en que el bebé fue rescatado. Según relató Kamma, durante los días que estuvieron atrapados en la inhóspita área rocosa, los desesperados padres tuvieron que improvisar alimentando al menor con biberones preparados con agua de mar, lo que agravó la ya delicada situación del niño.
Las autoridades helenas informaron que el pasado 16 de agosto, recibieron un aviso sobre la llegada de una patera a la costa sur de la isla. La respuesta de los equipos de rescate fue inmediata, desplegando una patrullera, un helicóptero y agentes de la Autoridad Portuaria desde tierra. Finalmente, lograron localizar a un grupo de 36 migrantes, entre los cuales se encontraban 18 hombres, 9 mujeres y 9 menores, todos aparentemente en buen estado de salud, aunque el bebé presentaba síntomas graves de deshidratación.
Una vez rescatados, los migrantes fueron trasladados al puerto de Livadi, donde las autoridades procedieron a su identificación y ofrecieron asistencia inmediata.
En su mensaje, Kamma subrayó el esfuerzo incansable de la comunidad de Tilos para brindar ayuda a los refugiados, destacando la solidaridad mostrada por los isleños, quienes han abierto las puertas de sus hogares para acoger a los migrantes hasta que puedan ser trasladados a centros de recepción en las islas vecinas. Según informes de medios locales, en los últimos días, más de un centenar de refugiados han llegado a la isla, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la pequeña comunidad.
Este suceso pone de manifiesto, una vez más, los riesgos mortales a los que se enfrentan los migrantes en su intento por llegar a Europa y la continua crisis humanitaria que se desarrolla en las costas del Mediterráneo.
