CÓRDOBA.- Con machetes en mano, palos, picos y piedras que posteriormente ocultaron cuando llegó la Policía, antorchistas de la colonia Margarita Morán cerraron la vía general de comunicación que conecta con la zona urbana de Córdoba, para impedir el paso de autobuses de pasaje de la línea Metro, ante la mirada complaciente de la Policía Estatal y Municipal que se declaró incapaz de hacer cumplir el orden.
Encabezados por Janeth García Cruz y Rocío Zavaleta Hernández, un puñado de gente que se autodenomina Movimiento Antorchista o Antorcha Campesina, encararon a policías y a trabajadores de la línea Metro, con la advertencia de que no pasarían so pena de ser detenidos violentamente.
Lamentablemente y por intereses personales, estos autonombrados líderes, utilizan a la gente necesitada para sus fines personales y los acarrean a conflictos en lugar de otorgarles beneficios como un mejor transporte público en su colonia.
Los policías frente a la beligerancia y la nulidad para imponer orden, tampoco dejaron pasar a los camiones de Metro, bajo el argumento de que “en alguien debería caber la prudencia y no provocar un enfrentamiento”; sin embargo, a autobuses de otras líneas sí les permitieron circular libremente.
Personal de Transporte Público tampoco llegó a poner orden, mientras que Tránsito Municipal arribó cuatro horas después de iniciado el conflicto y se retiró en los siguientes 15 minutos sin arreglar tampoco nada.
Sin ningún argumento y violando al menos cinco artículos de la Constitución Mexicana, el que garantiza libertad de tránsito, el derecho al trabajo, a no ser discriminado, a no ser molestado y a que nadie puede hacer justicia por mano propia, los antorchistas creen que pueden imponer su ley engañando a la ciudadanía.
Una historia de chantajes y abusos
Tratando de hacer creer a la ciudadanía que son gente buena, los antorchistas enfrentan acusaciones de chantaje y extorsión a sus agremiados.
Ofelia Raigosa García, lideresa del Frente de Defensa Popular (Fredepo), acusó en su momento a Janeth García Cruz, quien aparece en las fotografías alentando la revuelta y enfrentando a los policías, de manipular a los antorchistas y condicionarlos a cambio de ciertos beneficios.
Entre los chantajes, Raigosa García acusó que obligaban a estos agremiados a “botear” en beneficio de sus líderes, otros antorchistas lo confirman.
En los últimos años han exigido violentamente servicios públicos en las colonias irregulares que invaden y construyen sin permiso.
Janeth García Cruz fue candidata del PRI en las pasadas elecciones a Diputada.
A golpes imponen su ley
Los vehículos de Metro cumplen con la Ley, tienen placas, tarjeta de circulación, pago de derechos y están inscritos en el Programa de Reordenamiento Vehicular del Gobierno Estatal, igual que las demás líneas de transporte, razón por la que pueden circular sin restricciones.
Sin embargo, en la colonia antorchista los intereses personales se cumplen a punta de golpes.
La actual alcaldesa de Córdoba, Leticia López, fue corrida a punta de palos cuando se presentó para buscar el voto de los colonos.
Lo mismo le pasó en su momento a Juan Bueno y a José Abella que fueron correteados por una turba enardecida que obedecía instrucciones de los que se asumen como líderes.
Hoy quieren confundir a la población en general, pensando que son ingenuos, cuando en la ciudad se conoce la trayectoria violenta que han tenido.
Están los registros de manifestaciones de Antorchistas ante las autoridades, para exigir que una vez que se plantan en terrenos irregulares, exigen agua potable, energía eléctrica, alumbrado público, guarniciones y banquetas, así como calles pavimentadas.