Nueva Orleans.- Obscuridad total, histórica y nocturna. En un Super Bowl, que parecía más un cuento de Edgar Allan Poe, los Cuervos de Baltimore se impusieron 34-31 a los 49ers de San Francisco. La “Parvada Negra” dominaba el partido, pero tras un inesperado apagón que envolvió en penumbras al Superdome por más de 35 minutos, el partido fue otro.
Baltimore ganaba 28-6 al inicio del tercer cuarto, pero luego del letal apagón, los 49ers resucitaron y consiguieron dos anotaciones consecutivas sin respuesta para recortar la diferencia 28-20. Poco después recuperaron un balón suelto de Ray Rice y descontaron otros tres puntos para el 28-23.
De lo momentos importantes fue el pase bomba de 56 yardas de Flacco a Jacoby Jones quien fue al suelo, los profundos no reaccionaron, Jones se levantó y con la adrenalina invadiendo su cuerpo se arrojó a la zona prometida. Touchdown. Baltimore arriba 21-3.
En la primera acción del tercer cuarto, Jacoby Jones volvió a sorprender. Esta vez regresó el Kickoff 108 yardas -la jugada más larga en la historia del Super Bowl-. Parecía ponerle la tapa a la caja oblonga de los 49ers, cuya catalepsia no parecía tener final.
Pero el insólito apagón les brindó un soplo de vida. La pérdida de luz en el estadio le brindó energía a los 49ers, que lograron acortar distancia.
Los Cuervos respondieron con gol de campo de Justin Tucker, pero “The Kap” se escapó siete yardas para ponerse abajo tan sólo por dos puntos 31-29, mas Tucker volvió a separarlos con gol de campo de 38 yardas para el 34-29. Baltimore regaló un safety intencionalmente para el marcador final de 34-31.
Así terminaron de escribir la última página de este cuento en el que Flacco fue uno de los héroes, con 287 yardas y tres pases de anotación para ser nombrado el MVP, y un Ray Lewis quien se despide con su segundo anillo de campeón tras 17 años de dejar su alma en los emparrillados.