IXTACZOQUITLÁN.- Habitantes de Ixtac y sus poblaciones: Potrerillo, Moyoapan, Sumidero, La Joyita, Escamela y Dos Ríos de Atzacan viven desde hace meses una ola de violencia y terror, que incluyen secuestros, levantones y asesinatos a plena luz del día.
El responsable de estos crímenes se hace llamar el “Gouki Akuma”, pero en Potrerillo, de donde es oriundo, es conocido como El May, líder de la banda armada que a plena luz del día y sin importarle haya testigos “levanta” y secuestra a inocentes habitantes con total y absoluta impunidad.
Él es responsable de haber privado de su libertad a una locutora de Oristereo, hace 15 días.
El May también es el responsable del levantón a un policía municipal de Ixtac, quien apareció muerto al otro día.
Testigos, que prefieren mantener el anonimato, refieren que a pesar de haber hecho repetidas denuncias, tanto a la Policía Estatal del ineficiente y caduco secretario Jaime Téllez Marié, como a la corporación Municipal, El May se pasea impunemente y comete sus crímenes a plena luz del día, como si gozara de la protección oficial.
De acuerdo con la información recabada, apenas el martes de la semana pasada El May y sus secuaces “levantaron” a una persona a la vista de todos, en Potrerillo, cuando los niños salían de la escuela, a plena luz del día.
Pobladores de todo el corredor que comprende Potrerillo, Moyoapan, Sumidero, La Joyita, Escamela y Dos Ríos, susurran en voz baja y a discreción con amigos, de la “ola” de inseguridad que sufren, pero temen hablar ante cámaras y grabadoras.
No obstante, versiones confirmadas sostienen que El May o Gouki Akuma es reconocido como jefe de plaza de una organización delictiva del crimen organizado.
Él mismo conduce los vehículos en los cuales se desplaza y es acompañado de varios jóvenes, domiciliados principalmente en las tres unidades de Potrerillo, quienes portan armas largas y cortas.
A pesar de que los habitantes de Potrerillo conocen que El May es el responsable de la ola de violencia, la absoluta impunidad con la que actúa, a plena luz del día, los hace callar, pues se dicen amenazados.