Adriana Estrada
el buen tono
Orizaba.- Un agravio a la vida democrática del país, es lo que representa la Reforma Constitucional en materia Electoral, y que ningún ciudadano y menos los gobernantes que juraron guardar y hacer guardar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las Instituciones; el solo hecho de pretender la eliminación del INE y del TEPJF, pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan.
Lo anterior, fue expuesto por los Obispos Católicos de México, representados en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en donde expresaron su reconocimiento a la labor que realizan en la vida democrática del país, el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
“Se trata de una Institución ciudadana que ha madurado gracias a su autonomía de los poderes políticos y, en estrecha relación con la ciudadanía y la pluralidad de los partidos políticos, ha permitido durante los últimos 25 años la realización de procesos electorales justos, equitativos, abiertos, transparentes y confiables, de forma legal y pacífica, para la renovación de los cargos de elección popular”, expresaron.
Señalaron que, el INE y el TEPJF, son el resultado de la lucha y compromiso de miles de mexicanos y de todos los signos partidistas, que lograron abrir caminos para la democracia real en México, pues desde su fundación, el principal resultado porque el Gobierno dejó de ser juez y parte en los comicios electorales, comenzando así la transición a la democracia.
El INE es una institución confiable para los mexicanos, por lo que expresaron su preocupación, al igual que muchos ciudadanos e instituciones de la sociedad civil, ante el impulso de una Reforma Constitucional en materia Electoral, por iniciativa del Ejecutivo Federal, y que está en proceso en la Cámara de Diputados, lo que representaría un retroceso, y constituye un agravio a la vida democrática del país.
“La Reforma solo está destinada a afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del gobierno federal centralista, afectando su gestión presupuestal, eliminando su autonomía ciudadana y su imparcialidad
partidista”.