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Autoridades mexicanas se muestran negligentes ante ganaderos mexicanos

Superiberia

AGENCIA

Internacional.- La reciente suspensión de importaciones de ganado vivo desde México hacia Estados Unidos, provocada por la detección de un caso aislado de gusano barrenador en un becerro localizado en Catazajá, Chiapas, expone la falta de preparación y respuesta estratégica por parte de las autoridades mexicanas frente a este tipo de medidas comerciales unilaterales.

A pesar de que especialistas y representantes del sector, como Macarena Hernández, directora general del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), aseguran que no existe un brote en territorio mexicano y que los protocolos sanitarios son efectivos, el impacto económico inmediato es evidente: la suspensión ha interrumpido el envío de 167 mil cabezas de ganado, valuadas en 160.7 millones de dólares.

Resulta preocupante que, aunque México cumple estrictamente con requisitos de trazabilidad y vigilancia sanitaria, las autoridades no anticiparon las implicaciones de un caso aislado y no reaccionaron con medidas de comunicación y negociación contundentes para mitigar el cierre del mercado. Las declaraciones de Hernández, subrayando la eficacia de los protocolos, no fueron respaldadas con acciones rápidas por parte del gobierno mexicano para negociar una pronta reapertura.

Adicionalmente, el panorama se agrava ante la incertidumbre sobre posibles modificaciones a la política comercial del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha amenazado con imponer un arancel del 25 por ciento (%) a productos mexicanos. La ausencia de un plan preventivo y la falta de claridad en la estrategia gubernamental dejan al sector ganadero en una posición vulnerable, alimentando dudas sobre la capacidad de las autoridades para defender los intereses nacionales en un entorno comercial cada vez más hostil.

Aunque se destaca el optimismo respecto a la resolución de esta medida precautoria, el daño ya está hecho. Las autoridades mexicanas deben adoptar una postura más proactiva y no esperar a que incidentes de esta naturaleza escalen para entonces implementar soluciones. Es urgente que el gobierno establezca canales de comunicación efectivos con su contraparte estadounidense y, sobre todo, que garantice el respaldo necesario al sector ganadero, el cual representa un pilar económico y social para el país.

El incidente no solo refleja una problemática de comercio exterior, sino una oportunidad perdida para demostrar liderazgo y capacidad de gestión en defensa de los productores mexicanos.

La unión ganadera es la que tendrá que hacer algo. La autoridad y el “desgobierno” solo voltean la cara por la enorme corrupción e impunidad que hay en el país. En la revisión del T-MEC se verán las enormes consecuencias de éste y muchos casos más.

En el caso de SuKarne, trae desde Centro América, miles de cabezas de ganado en barco, lo bajan en Ensenada, Baja California y lo traen con traileres a Mexicali, ya tienen tiempo haciendo eso.

¡Pero el gobierno de México es ciego cuando lleva tajada!

Limoneros, aguacateros y ahora los ganaderos. ¡Gracias Morena por sus grandes logros!

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