
Agencias
Ciudad de México.— “Aunque sea un huesito para tenerlo y darle cristiana sepultura”, suplicó entre lágrimas Gustavo Hernández, padre de Abraham, desaparecido en abril de 2024 en Escobedo, Nuevo León, cuando tenía 33 años.
La voz de Gustavo resonó en un encuentro inédito entre más de 200 familiares de personas desaparecidas y autoridades federales, encabezadas por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación; Teresa Guadalupe Reyes, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, y Yuriria Rodríguez, comisionada de Atención a Víctimas.
Durante ocho horas de diálogo en la Ciudad de México, integrantes de 26 colectivos compartieron su dolor, exigieron justicia y pidieron respuestas en un país que supera las 100 mil personas desaparecidas.
“Yo sé que la Presidenta va a cambiar esta historia y nos va a ayudar para que regresen a nuestras casas nuestros tesoros… aunque sea un huesito”, repitió Gustavo, con la esperanza intacta de hallar a su hijo.
Ante los reclamos, Rosa Icela Rodríguez aseguró que no habrá impunidad: “Ustedes quieren saber qué pasó, dónde están sus seres queridos, y es obligación de las autoridades buscarlos, de las fiscalías investigar y de las comisiones atender a las víctimas”.
