ADRIANA ESTRADA
El Buen Tono
CÓRDOBA.- La lucha del respeto a los derechos humanos ha sido un trabajo desde hace años, donde la necesidad de acceder a la justicia es parte de ese camino, tal es el caso de la explosión en Córdoba el pasado 3 de mayo de 1991, el cual fue un escenario que se sigue luchando, señalaron integrantes de la Asociación de Afectados por Anaversa.
Rosalinda Huerta Rivadeneyra, representante legal, dijo que la explosión de la planta de plaguicidas Agricultura Nacional de Veracruz S.A. (Anaversa), está considerada como uno de los peores desastres ambientales de América Latina.
Tras ese desastre, los casos de cáncer, leucemia y displasia regular siguen surgiendo en los sobrevivientes, quienes durante todos estos años han tenido que seguir luchando.
“Le llaman el Chernóbil mexicano. Anaversa se considera un impacto grave. ¿Y por qué es un impacto vigente? Porque las dioxinas que se encontraron en el suelo son las de mayor peso molecular y las que tienen mayor persistencia en el ambiente”, añadió.
Dijo que tras la explosión de la fábrica, se ha tenido que enfrentar la impunidad del caso, pues fue sustraída toda la documentación que contenía la información sobre las sustancias tóxicas que se manejaban y saber el impacto de estas, siendo el propio Ejército Mexicano el encargado de eso.
“Después de la explosión, fuimos a la Ciudad de México con autobuses repletos de pacientes enfermos hacia la Comisión de Derechos Humanos y fue el primer caso que reconoció ese organismo en materia ambiental y de salud”, explicó.
