
Un nuevo estudio publicado el 25 de enero en la revista NPJ Climate and Atmospheric Science ha lanzado una alerta sobre el posible aumento en la cantidad de huracanes en el Pacífico oriental y el Océano Atlántico tropical en la próxima década. Los investigadores de la Universidad de Reading, encargados de la investigación, han pronosticado que entre 2023 y 2030, el número de ciclones tropicales en el Atlántico podría duplicarse en comparación con los niveles registrados en 1970, mientras que la actividad en el Pacífico oriental podría aumentar en más de un tercio.
Este aumento en la frecuencia de huracanes no solo implicaría un mayor número de tormentas, sino también un incremento en su intensidad. Según los expertos, la energía total de estos ciclones –que combina la frecuencia, fuerza y duración– podría duplicarse en el Atlántico Norte, lo que traerá consigo serias implicaciones económicas y de infraestructura para las comunidades costeras de América del Norte y Central.
Paul-Arthur Monerie, autor principal del estudio, destacó la importancia de esta predicción: “Este avance brinda a las comunidades costeras un tiempo precioso para prepararse. Nuestro estudio muestra que la actividad de los huracanes aumentará hasta 2030, dando a todos más tiempo para prepararse y protegerse.”
La capacidad de hacer estas predicciones con mayor precisión se debe al sistema de predicción decadal Depresys4 de la oficina del Reino Unido Met Office. Gracias a este modelo, los expertos ahora pueden prever la evolución de la temperatura superficial y los vientos verticales en el Pacífico oriental y el Atlántico tropical, lo que mejora significativamente la precisión de los pronósticos a largo plazo.
“Antes, las predicciones de huracanes eran como tratar de ver a través de una niebla densa. Ahora, con un pronóstico más claro, podemos identificar patrones que se producirán en el futuro”, comentó Monerie.
Este estudio no solo sirve para alertar sobre los posibles riesgos, sino también para ofrecer una valiosa herramienta para la planificación de políticas públicas y la protección de las áreas vulnerables a estos fenómenos climáticos extremos.
