CDMX.- El número de tomas clandestinas de combustible detectadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) tuvo un crecimiento del 57 por ciento en los cuatro primeros meses de 2017, comparado con el mismo lapso del año pasado, al pasar de dos mil 191 tomas a tres mil 456.
Guanajuato fue la entidad que encabezó el registro de tomas clandestinas de combustible, con 659 perforaciones detectadas, desbancando por primera vez en 14 años a Puebla, que en este primer cuatrimestre reportó 460 tomas.
Una de cada cinco perforaciones detectadas por Pemex, entre los meses de enero y abril, fue en territorio guanajuatense, por donde corren cuatro ductos petroleros, todos conectados con la Refinería de Salamanca: uno va hacia Guadalajara, otro hacia León y dos más trasladan combustible hacia Tula.
En febrero pasado, se reveló que esos ductos forman parte del top 10 de las vías de traslado en las que Pemex ha perdido más combustible en los últimos ocho años por robo o fugas.
Desde 2014, Puebla vio repuntar el robo de combustible al grado que en 2016 ocupó el primer lugar nacional en cuanto a número de tomas clandestinas detectadas.
También se han incrementado los enfrentamientos entre militares y bandas del crimen organizado dedicadas al robo de combustible, con muertos y heridos en ambos bandos.
Pero el estado de Guanajuato desbancó a Puebla en el primer cuatrimestre de 2017, con más tomas clandestinas detectadas por Pemex: 659, un promedio de 5.4 perforaciones cada día.
De acuerdo con afirmaciones del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, el robo de combustible genera pérdidas de entre 15 mil y 20 mil millones de pesos cada año.
En un reportaje, se calculó que en los primeros cuatro años del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, Pemex perdió más de 97 mil millones de pesos por fugas y robo de combustible en sus ductos.
Las cifras entregadas por Pemex, vía una solicitud de transparencia, reflejan que si bien Guanajuato y Puebla registran el mayor número de tomas con 659 y 460, detectadas, respectivamente, en los primeros cuatro meses del año; Morelos fue el estado que mayor crecimiento porcentual tuvo. Dicha Entidad pasó de tener ocho registros entre enero y abril de 2016, a 85 en ese mismo lapso de 2017. Una cifra menor en comparación con Guanajuato y Puebla, pero que prende las alertas, pues representa un crecimiento del 962 por ciento. El robo de combustible en Morelos se ha concentrado en el municipio de Huitzilac, que colinda con el Estado de México.
Las perforaciones ilegales en esa zona se han detectado sobre un poliducto que viene de la Ciudad de México y se conecta con la Terminal de Almacenamiento y Reparto de Cuernavaca.