Huatusco.- Aunque en muchas familias vestir al Niño Dios es algo que se realiza en casa donde alguien hace gala de sus habilidades en tejido, corte y confección (pues también se le hacen al Niño cojines, sarapes y otras comodidades) resulta también muy fácil y digno acudir a algún mercado popular y pagar para que lo vistan los profesionales.
Durante casi todo el mes de diciembre y hasta el Día de la Candelaria es común ver rótulos de “Se visten Niños Dios” y en algunos lugares unos más curiosos aún que dicen “Se Reparan Niños Dios”, “Renovación de Niños Dios”, “Hospital Infantil” u “Hospital de Niños Dios”.
Gregorio Ignacio Chicuéllar Sánchez, lleva 45 años en la reparación de Santos, la clínica de restauración de efigies religiosa.
El santero, como lo conocen en su barrio, aseguró que en Huatusco aún se conserva la tradición de llevar a los Niños Dios, aunque muchos desconocen a donde llevar a reparar su “santito”.