Adriana Estrada
EL BUEN TONO
Orizaba.- Con la cercanía de la temporada de peregrinaciones y las festividades navideñas, existe incertidumbre sobre la situación del derrumbe en la autopista Orizaba-Puebla, una zona peligrosa que se ha convertido en aún más peligrosa, señaló Francisco Cessa Servín, integrante de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
Dijo que es inaceptable la lentitud con la que trabaja Caminos y Puentes Federales (Capufe), como si se tratara de un juguete, pues los avances son mínimos, y se acerca una temporada muy alta en cuanto a tránsito de vehículos.
“Desgraciadamente, los avances son mínimos, se percibe lentitud y, al parecer, falta de interés por parte de las autoridades. Esta ruta es vital para el país, pues el 90 por ciento de la carga que se dirige al sureste transita por estas cumbres. Es inconcebible que haya tan poca atención, con sólo una máquina excavadora y un camión de volteo en la zona”, señaló.
Destacó que el hermetismo de las autoridades respecto a las acciones realizadas en el lugar, genera mayor preocupación entre los usuarios y en los transportistas, pues aunque se han habilitado rutas alternas, estas no son adecuadas para el transporte de carga, lo que obliga a utilizar caminos como el de Xalapa, que además de la alta saturación de tráfico, se ha convertido en una zona muy peligrosa.
Agregó que, otro punto de conflicto es la caseta de Paso del Toro, que se ha convertido en un obstáculo adicional, así como las obras que se realizan en el tramo de Cuitláhuac a La Tinaja, que además de no tener avances significativos, extienden los tiempos de viaje hacia Veracruz de hasta cinco o seis horas.