En el cielo de Los Ángeles, el sol de California crea una imagen dramática mientras aviones cisterna y helicópteros realizan un constante ir y venir, cruzando gigantescas columnas de fuego que devoran el paisaje. Estos héroes del aire, cargados de retardante de llamas y agua, luchan contra el avance de incendios que parecen implacables.
Este sábado, el departamento forense de Los Ángeles confirmó que la cifra de muertos a causa de los incendios forestales ha subido a 16. De acuerdo con el informe, cinco de estas muertes están vinculadas al incendio Palisades, ubicado en la costa oeste, mientras que las otras once víctimas fueron atribuidas al devastador incendio Eaton, en el norte de la ciudad.
Los bomberos y equipos de rescate continúan enfrentando condiciones extremas, trabajando incansablemente para controlar los incendios que han arrasado con miles de hectáreas de bosques y zonas residenciales. A pesar de los esfuerzos, las llamas siguen fuera de control, poniendo en riesgo a miles de personas y a la infraestructura local.
Con la amenaza de nuevos focos de incendio y temperaturas extremadamente altas, Los Ángeles sigue en alerta máxima. Los residentes, por su parte, se mantienen expectantes y solidarios ante una tragedia que ha tocado a tantas familias californianas.