- En un año de pandemia
ORIZABA.- A un año de la pandemia del Covid-19 “han crecido situaciones dolorosas en variadas formas de violencia familiar, social, tristemente constatada en agresiones contra la mujer, la vida, los secuestros, imposición de leyes basadas en agendas ideológicas que viene provocando confrontación y polarización social y política”, así lo manifestó el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
Destacó que oficialmente son más de 200 mil las personas que en el país han muerto y “a pesar de esta densa nube que nos oscurece en el horizonte, los discípulos de Cristo estamos llamados a ver la realidad que nos envuelve y salir de esta crisis mejores; antes que negar la realidad, de echar culpas a otros o buscar soluciones facilonas, nos toca asumir nuestra propia responsabilidad con valentía, creatividad, impulsados por la gracia del Señor que está por encima de nosotros”.
Resaltó que la iglesia se sitúa en condiciones muy especiales, pues “nuestra Diócesis junto con el país y el mundo entero sigue siendo golpeado por el virus del Covid-19 con sus variadas y diversas consecuencias de dolor, desconcierto e incertidumbre que han hecho cambiar nuestros estilos de vida con repercusiones dolorosas en la vida familiar, económica, laboral, educativa y también pastoral”.
*el dato
“Han crecido situaciones dolorosas en variadas formas de violencia familiar, social, tristemente constatada en agresiones contra la mujer, la vida, los secuestros, imposición de leyes que provocan confrontación y polarización social y política”