AGENCIA
Ciudad del Carmen, Campeche.- Una tercera víctima de la explosión en la plataforma Akal-Bravo falleció ayer martes, aumentando a tres el número de muertos tras el trágico incidente ocurrido el pasado 6 de abril. La explosión, que también dejó 11 heridos y una persona desaparecida, ocurrió hace dos meses y 12 días, impactando significativamente a la comunidad y al sector energético del país.
La víctima, que había sido trasladada vía aérea a un hospital de la Ciudad de México para recibir tratamiento por las graves quemaduras que sufrió, no logró sobrevivir a sus lesiones. Este deceso subraya la gravedad del accidente y la peligrosa naturaleza del trabajo en las plataformas petroleras.
El Centro de Proceso Akal Bravo, donde ocurrió la explosión, es parte del complejo Cantarell, ubicado a 80 kilómetros frente a las costas de Ciudad del Carmen, Campeche. Este complejo es una de las instalaciones petroleras más importantes de México, produciendo diariamente 200 mil barriles de petróleo y 900 mil millones de pies cúbicos de gas.
Hasta ahora, ni Petróleos de México (Pemex) ni la Fiscalía General de la República (FGR), que ha iniciado una carpeta de investigación, han proporcionado información sobre las causas del accidente. La falta de detalles ha generado inquietud entre los trabajadores y sus familias, así como en la comunidad local y los sectores interesados en la seguridad industrial.
El accidente y sus consecuencias resaltan la importancia de las medidas de seguridad en las operaciones de extracción de petróleo y gas, especialmente en instalaciones de alta relevancia como Cantarell. Los incidentes como el de Akal-Bravo ponen de manifiesto los riesgos asociados con esta industria y la necesidad de una supervisión y prevención rigurosas.
La comunidad y los familiares de las víctimas esperan respuestas y justicia, mientras las autoridades continúan investigando las causas detrás de esta tragedia.
