Palestina.- Había que reparar en las dos banderas amarillas que ondeaban sobre los altavoces para percatarse de que las soflamas de resistencia que tronaban el sábado ante el hospital de Jan Yunis provenían de palestinos próximos a Al Fatah.
En un tono que bien podía confundirse con el típico del grupo islamista Hamás, la voz llamaba a la respuesta contra los ataques israelíes y a la “liberación de Palestina”. Los congregados esperaban nueve cadáveres, de las víctimas de un solo proyectil de un dron israelí la noche anterior.
El aspecto de la multitud, compuesta de hombres en su mayoría bien afeitados y vestidos a la europea, sí se correspondía con lo que se espera de los seguidores de Al Fatah, el partido del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
La comitiva fúnebre bajó dos cadáveres amortajados con banderas verdes de Hamás. Los otros siete, envueltos en los colores palestinos, eran de Al Fatah. Mientras los bajaban a hombros, el altavoz proclamó: “Una nación unida, Hamás y Al Fatah”.
La aspiración sigue lejos de cumplirse, mientras Israel castiga Gaza con una operación militar que ya ha matado a más de 330 palestinos en 12 días. Las muertes de dos soldados este sábado elevan a cuatro los fallecidos israelíes.
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