Rusia.- Once personas murieron y 45 resultaron heridas ayer, cuando una explosión destruyó un vagón del metro de San Petersburgo, en un ataque que habría sido perpetrado por un suicida relacionado con radicales islamistas, dijo la agencia de noticias rusa Interfax, citando a una fuente de seguridad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, quien se encontraba en San Petersburgo para una reunión con el líder bielorruso, Alexander Lukashenko, visitó anoche el lugar de la explosión y dejó un ramo de flores rojas en homenaje a las víctimas.
Testigos dijeron que vieron pasajeros ensangrentados y con quemaduras saliendo del vagón del metro, cuya puerta quedó destrozada por la fuerza de la explosión, y a otras personas tiradas en la plataforma mientras el humo llenaba la estación.
Rusia ha sufrido en el pasado ataques con bombas de parte de rebeldes islamistas de la región del Cáucaso Norte. La rebelión en esa zona ha sido prácticamente aplastada, pero la intervención militar de Moscú en Siria hace que el País sea un objetivo potencial para el Estado Islámico, señalan expertos de seguridad.
Ninguna organización se adjudicó la responsabilidad de inmediato. Autoridades dijeron que trataban lo ocurrido como un acto de terrorismo, pero no había confirmación oficial de relación con algún movimiento islamista.
Interfax informó, citando a una fuente de seguridad no identificada, que restos humanos examinados en el lugar sugieren que un atacante suicida se inmoló, resultando 11 personas muertas y 45 heridos.