Uno de los problemas en los que se encuentra inmerso el individuo contemporáneo y que lamentablemente se ha transformado a un modo de vida “normal” y “natural” en su dinámica cotidiana, es la emoción incontrolable del miedo. Esta emoción propia e inherente de cualquier individuo, se ha volcado de forma vertiginosa, enferma y patológica a diferencia de otros tiempos socio históricos.
Es sabido que el miedo (normal) es una pieza constitutiva en la estructura de la personalidad de todo ser humano, y que tiene como función el defender la integridad física y psíquica ante un probable peligro, se ha de volver patológica o enferma, cuando el sujeto experimenta un estado permanente de esta emoción ligada a pensamientos relacionados con el miedo a morir, sin tener una causa lógica, racional o medica para ello. Así mismo, cuando este miedo se ha de representar por actitudes y sensaciones que desbordan todo equilibrio interno, ya sea psíquico o físico, lo cual le ha orillado a recurrir sin éxito a salas de urgencia en diversos hospitales para intentar solucionar su malestar, a esto le llamamos “Ataque de pánico”.
El ataque de pánico, se identifica por un terror y miedo incontrolable de aparición súbita o espontanea a perder todo tipo de equilibrio ya sea pensamiento, control físico o psicológico y por lo tanto el sujeto que experimenta esta crisis cree erróneamente que lo llevará a la muerte, debido a que los síntomas se encuentran relacionados con ideas y sensaciones de tipo orgánico como son: Palpitaciones cardiacas exageradas, respiración sin control, dolor de pecho, mareo, sensación de desmayo, sudoración fría y caliente, piernas temblorosas y miedo a morir, por lo regular tales crisis psicológicas presentan una duración de 30 minutos, con repeticiones variadas.
Es importante mencionar que el individuo con padecimiento de “ataques de pánico”, vive en un miedo exacerbado y constante a causa del terror por experimentar una nueva crisis, lo que le generara la formulación constante de ideaciones relacionadas a: Miedo a tener un accidente cerebrovascular, infarto, volverse loco y el principal que le ha originado un deterioro significativo en su vida social y laboral, como es el miedo al ridículo por presentar estas crisis en cualquier lugar, sitio o circunstancia, creando con esto un aislamiento del sujeto.
Las respuestas de solución y tratamiento a este malestar que aquejan con mayor frecuencia en la actualidad a poblaciones e individuos, son de gran relevancia a tomar en cuenta por un camino objetivo, ético y profesional que disminuyan gradualmente los síntomas negativos de quien los padece, para ello se ha formulado diversas técnicas de intervención psicoterapéutica para el tratamiento de los ataques de pánico con resultados positivos que fecunden un estilo de vida digno y placentero en el paciente.
César Sinuhé Gómez Sánchez.
Psicólogo con Orientación Psicoanalítica.
712 04 21.
http://incientificasypsicoterapia.blogspot.mx
