Córdoba.- Esta entidad tiene uno de los mayores rezagos de conectividad del país con regiones casi incomunicadas, en las que no hay ningún desarrollo social, pero que también son usadas como guarida por los grupos delictivos. Hoy se construyen cinco ejes carreteros que buscan detonar la economía, al tiempo que las autoridades luchan por lograr la paz ante la violenta guerra de cárteles de la droga por el control del territorio.
Con la construcción de nuevos caminos, el gobierno estatal busca mejorar la economía, la seguridad y ofrecer a los jóvenes marginados laboralmente nuevas oportunidades que los alejen de la opción de engrosar las filas del crimen organizado, ante la falta de trabajo.
“En La Laguna se están haciendo ya acciones muy puntuales con todo el respaldo del gobierno federal como jamás se había hecho; pero, por otro lado, tenemos que trabajar en la prevención, en la educación y en la creación de infraestructura que nos permita generar desarrollo”, asegura el gobernador, Jorge Herrera Caldera, cuya administración apuesta por atacar la inseguridad desde el frente económico y el desarrollo social.
Las mayores esperanzas del estado están cimbradas en la inminente apertura en este 2013 de la súper carretera Mazatlán-Durango. Aunque también se construye otra autopista a Chihuahua y se ha modernizado una que va a Gómez Palacio-Torreón, se creó otra a Fresnillo, Zacatecas, y se hacen nuevos caminos a Nayarit y Jalisco.
“Durango por primera vez en su historia tiene una conectividad que rompe con 450 años de aislamiento y reactivará áreas de nuestra economía, que por la falta de caminos se han estancado: agricultura, ganadería, el sector forestal y la minería, creando miles de empleos”, dice el mandatario, quien ha ocupado diferentes puestos de gobierno desde donde ha impulsado políticas públicas para la entidad.
“El desarrollo tiene que ver con la conectividad, porque esto genera que haya inversión y se creen empleos para combatir la pobreza y la inseguridad. Tenemos que atacar por las causas, generar empleo con esta infraestructura y con una educación en universidades con licenciaturas que vayan de la mano con la necesidad del sector productivo”, precisa Herrera Caldera.
Baluarte, el símbolo de la esperanza
En medio del llamado “Espinazo del Diablo” está el Puente Baluarte, el más largo y profundo en su tipo en el mundo. Hasta hace un año aquí había más de 5 mil hombres que lo construían. Hoy esos “ejércitos del ‘Espinazo del Diablo’” se han marchado, pero han dejado una esperanza para este municipio de Pueblo Nuevo, el cuál está con una economía estancada.
Ubicado en el extremo oriente del Puente Baluarte, este municipio duranguense tiene una economía que depende principalmente de la explotación forestal, pero una plaga de gusanos, la falta de permisos y de maquinaria para los cortes finos los tiene fuera de competencia.
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