Jerusalén.- Aviones militares israelíes bombardearon el domingo varios objetivos en Siria en respuesta a un ataque desde territorio sirio el domingo en el que murió un adolescente israelí, informaron las fuerzas armadas.
Israel informó que en total atacó nueve objetivos dentro de Siria y que “confirmó impactos directos”. Los blancos estaban ubicados cerca del lugar donde el domingo hubo un brote de violencia en los Altos del Golán e incluyeron un centro de mando militar regional y “posiciones de lanzamiento” no especificadas. No hubo una respuesta inmediata de Siria.
En el ataque del domingo un vehículo civil israelí fue atacado por fuerzas en Siria cuando transitaba por los Altos del Golán, territorio controlado por Israel. Un adolescente pereció y dos personas más quedaron lesionadas en el primer incidente mortal ocurrido a lo largo del volátil frente entre Israel y Siria desde que la guerra civil estalló hace más de tres años. El vehículo israelí se dirigía a entregar agua bajo contrato con el Ministerio de Defensa de Israel cuando fue atacado.
El ataque de ayer fue un acto no provocado de agresión contra Israel, y la continuación de ataques recientes en la zona”, dijo el teniente coronel Peter Lerner, portavoz militar. Indicó que las fuerzas armadas “no tolerarán ningún intento de afectar la soberanía israelí y harán lo necesario para salvaguardar a los civiles”.
El repentino brote de violencia se añade a la tensa situación en Israel, donde sus fuerzas han pasado la última semana y media en una amplia operación en la Margen Occidental en busca de tres adolescentes israelíes que se cree fueron secuestrados por extremistas del grupo islámico Hamas.
Israel ha monitoreado cuidadosamente los combates en Siria, pero en general se ha mantenido alejado y ha evitado tomar partido. En varias ocasiones han caído obuses en el lado israelí de la frontera, lo que ha provocado una respuesta limitada de Israel. Se cree también que el gobierno israelí realizó varios ataques aéreos sobre envíos de armas que se sospecha fueron enviados por milicianos del grupo islamista Jezbolá a Siria desde el vecino Líbano.
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