
La noche en que un brillante objeto surcó el cielo de la Ciudad de México dejó a muchos con la boca abierta y la cámara del celular en mano. Pero tranquilos, no se trató de un meteorito ni de ningún evento catastrófico. Según explicó el astrónomo Raúl Mujica, lo que se vio fue un bólido, un fenómeno luminoso que suele confundirse fácilmente con un meteorito.
“Un meteorito es una roca que entra a la atmósfera y logra llegar hasta la superficie terrestre, pero en este caso no hay evidencia de restos, así que no podemos llamarlo así”, aclaró Mujica.
Los bólidos, añadió el experto, pueden durar apenas unos segundos o varios más, dependiendo del tamaño y del ángulo con el que ingresen a la atmósfera. Cuanto más grandes son, más impresionante es su paso.
Además, destacó que estos fenómenos no son raros. “Ocurren con más frecuencia de lo que se piensa, pero la mayoría de las veces caen en zonas deshabitadas, en el mar, los desiertos o incluso en los polos, por lo que pocas veces se observan tan claramente desde una ciudad”.
Gracias a la tecnología, hoy es más fácil registrar estos eventos. Mujica recomendó que, al observar un bólido, se puede voltear el celular y permitir que se conecte con sistemas que recogen datos de múltiples países, ayudando así a tener un mejor monitoreo global.
Así que si viste ese destello cruzar el cielo capitalino, fuiste testigo de un evento astronómico que, aunque no es inusual, sí es espectacular. ¡Y no, no era una señal de otro mundo!
