Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Somos engañados por la apariencia de la verdad.” – Quinto Horacio Flaco.
Este jueves 13 de febrero al filo de las 19 horas la noticia corrió como pólvora, desde el Paseo de la Reforma sede del Senado de la República se anunciaba la decisión del presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López Hernández.
Habría cambios en las presidencias de las Comisiones Permanentes, uno de esos ajustes beneficiaria al veracruzano Miguel Ángel Yunes Márquez, quien a partir del anunció tomó control de la presidencia de una de las 5 comisiones más importantes, la de Hacienda y Crédito Público, responsable de validar el presupuesto, cuenta pública y demás asuntos relacionados con las finanzas nacionales.
La gracejada de Adán Augusto López llega como noticia a Veracruz horas antes de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su pretensión evidente de declararle la “guerra” a la misma titular del Ejecutivo es evidente.
A López Hernández pareciera no quedarle claro que quien mandata en el país es Sheinbaum Pardo y no el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, evidenciando el intento permanente de medir fuerzas sabedor que el ahora personaje alineado a Morena lo hace por estar fuera de toda posibilidad de incursionar en la militancia morenista en Veracruz, tras sus chapulineos por conveniencia y por haber encabezado la peor de las campañas negras de las que se tenga memoria.
La molestia de Adán Augusto de haber sido relegado a un segundo plano al no haber sido seleccionado candidato presidencial, se interpreta como el resultado de aquel niño caprichoso al que papá debe cumplirle sus caprichos, solo que el tabasqueño se equivocó de responsable de la decisión final, pues a quien debiera reclamar en dado caso sería al ex presidente de México, López Obrador.
Hoy ante los embates del Gobierno Norteamericano de Donald Trump, sus sobrevuelos, y la posibilidad inminente de una incursión militar camuflajeada de capacitación a la Armada de México para exterminar a los grupos criminales de la delincuencia organizada, es que implementa su propio operativo de infiltración del peor enemigo de la actual gobernadora veracruzana, Rocío Nahle García.
El pasado 11 de febrero, el Pleno del Senado aprobó por unanimidad y concedió autorización a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para que permita el ingreso al territorio nacional de 10 elementos del Ejército de Estados Unidos, a efecto de que participe en la actividad de adiestramiento denominada “Fortalecer la capacidad de las fuerzas de operaciones especiales de la Semar (Secretaría de Marina)”.
Dicha capacitación se realizará en el Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina, con sede en San Luis Carpizo, Campeche, del 17 de febrero al 28 de marzo de este año.
Tiempo suficiente para ejecutar una posible operación terrestre en la que sean desarticulados los liderazgos conocidos de los que hoy son ya considerados grupos terroristas por parte del Gobierno Norteamericano.
El nerviosismo que eso implica para ambos senadores, ha llevado a Adán Augusto López a recetar dicha acción a Sheinbaum Pardo y de refilón a la mandataria veracruzana, Nahle García, quien ha señalado en repetidas ocasiones que en Morena Veracruz esos integrantes del denominado Clan no son bien recibidos, al punto de afirmar que en la entidad ese partido político se reserva el derecho de admisión.
La última intentona frustrada de los miembros del señalado Clan, fue atajada en dos vías la primera, anunciada desde Querétaro por parte de la propia presidenta Claudia Sheinbaum al proponer una reforma constitucional para acabar con el nepotismo y el traspaso del poder a familiares, esposas, parientes cercanos como ha venido sucediendo con estos personajes en los últimos 30 años.
La segunda fue la desarticulación de la Coalición con el Partido del Trabajo (PT) en Veracruz, pues los miembros de esta familia habían ya literalmente comprado a la dirigencia nacional que encabeza el senador Alberto Anaya Gutiérrez.
El partido en la entidad sería entregado a los Yunes para desde ahí pretender infiltrarse en el Movimiento Transformador en su afán de repartir candidaturas y mantener su coto de poder con la intención de seguir viviendo del erario público, sólo que se les anticiparon.
Ahora desde el Senado buscan con la dirigencia de esa comisión encontrar una especie de cuña o calzador que les permita intentar negociar lo que sea en su afán de no pisar la cárcel, pues de concretarse la detención de los líderes de los carteles mexicanos, todas sus inversiones y demás negocios podrían venirse abajo.
Es así como la Operación “Calzador” ha sido puesta en marcha por el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López para intentar tapar sus enjuagues con estos grupos delincuenciales que hoy tienen sumido a su estado en la peor de las crisis de seguridad de la historia.
Al tiempo.
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