“El Chapo”. Joaquín Guzmán Loera, tiene una historia de fugas sin paralelo, que incluye dos escapadas de prisiones mexicanas de máxima seguridad antes de una nueva captura y su extradición a Estados Unidos.
Los expertos tienen pocas dudas del lugar donde “El Chapo” cumplirá condena: la ADX “Supermax” de Florence, Colorado, que alberga a algunos de los delincuentes más conocidos del país. Es una instalación tan segura y aislada que le dicen “la Alcatraz de las Montañas Rocosas”.
Los reos en la Supermax se pasan años aislados y a menudo están días enteros “casi sin hablar con nadie”, señaló un informe de Amnistía Internacional. Un exreo, entrevistado por The Boston Globe, describió el sitio como “una versión del infierno de alta tecnología, pensada para anular toda percepción sensorial”.
La mayoría de los presos de la Supermax tienen un televisor. Su único contacto con el mundo exterior es una ventanita de 10 centímetros (cuatro pulgadas). El diseño de las ventanas impide que se den una idea de en qué parte del penal se encuentran. El contacto con otras personas es mínimo. Reciben la comida en sus celdas, donde comen a escasa distancia del inodoro.
La cárcel está protegida por alambradas con cuchillas y torres de vigilancia, patrullas armadas y perros.
“Si hay un penal a prueba de fugas, es el de Florence”, manifestó Burl Cain, director por mucho tiempo de una prisión de máxima seguridad en Angola, Luisiana. “Es LA cárcel de todas las cárceles”.