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Tuxtla Gutiérrez.- Elivani Ramírez, una joven de 17 años, huyó junto a su familia de la violencia en Frontera Comalapa con la esperanza de encontrar seguridad en Tuxtla Gutiérrez. A pesar de su doloroso adiós a su hogar, se aferró a sus sueños de estudiar y ayudar a su familia.
Ayer por la noche, mientras regresaba de la iglesia, un enfrentamiento armado le arrebató la vida a bordo de una combi. La violencia que la obligó a dejar su tierra la alcanzó en un lugar donde debería haber estado a salvo.
Elivani no murió, la mataron. Su familia, que luchó por un futuro mejor, ahora enfrenta un vacío irreparable. Que su historia sea un llamado a frenar la violencia que sigue truncando sueños.
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