Orizaba.- Un velador fue asesinado en el interior de la caseta de vigilancia de un almacén ubicado en la colonia Barrio Nuevo, a un costado de la autopista México-Veracruz, a la altura de las gasolineras “Gemelas” ; el presunto delincuente le dio 17 puñaladas para robar un televisor.
El finado fue identificado como Dagoberto Hernández Urbano, de 56 años, quien tenía su domicilio en la congregación de Dos Ríos, ubicada en el municipio de Santa Ana Atzacan.
Personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), de la Policía Estatal, Federal y municipal llegaron al lugar de los hechos para tomar conocimiento y para las diligencias que permitan identificar la identidad del o de los asesinos.
Dagoberto presentó por lo menos 17 heridas cortantes y profundas, hechas de acuerdo a las primeras diligencias, con un arma punzocortante, aunque cerca de la escena del crimen hallaron una varilla metálica bañada en sangre. Alrededor de las 8:20 horas personal médico de la Cruz Roja mexicana recibió la llamada de auxilio que provenía de unas bodegas de abarrote ubicadas en la colonia Barrio Nuevo. De acuerdo a la llamada, el vigilante contratado por la empresa Sistemas Integrales en Seguridad Patrimonial, se encontraba dentro de la caseta de vigilancia del almacén, sobre un charco
de sangre.
El reporte también lo recibió el 066, por lo que enseguida acudieron policías municipales y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes ingresaron a la bodega de abarrotes ubicada en a un costado de las gasolineras conocidas como “Las Gemelas”, en el kilómtero 275 de la autopista. Al corroborar que Dagoberto estaba muerto, pronto dieron aviso al personal del Ministerio Público del sector Sur de Orizaba.
La primera hipótesis era que el velador se había quedado dormido sobre el escritorio, sentado sobre una silla de plástico, misma que se rompió y que el hombre cayó de frente golpeándose fuertemente la cabeza.
No obstante, al lugar llegó el fiscal del MP, Constantino Adrián Soto, acompañado del personal del departamento de Servicios Periciales al mando de Andrés Huerta Pérez, quienes realizaron las diligencias pertinentes.
Los peritos recabaron indicios en toda la bodega y los alrededores, mientras que elementos de la Policía Ministerial interrogaban a la encargada del almacén, María Concepción Velázquez, al encargado de seguridad, Enrique Martínez y a los demás trabajadores del lugar. Al revisar las instalaciones al parecer el o los ladrones no robaron nada de producto, pero en las oficinas faltaba un televisor, posiblemente para inclinar las investigaciones hacia un posible robo.
Entre otras evidencias encontradas en el lugar, afuera de la caseta de vigilancia localizaron algunas huellas de calzado, mismas que fueron captadas en fotografía por los forenses y serán analizadas a detalle. Uno de los trabajadores, de quien las autoridades reservaron su identidad, fue llevado a las instalaciones de la Policía Ministerial en calidad de presentado, para que de a conocer información que ayude a identificar al asesino del vigilante.
El cadáver de Dagoberto fue trasladado a las funerarias Vázquez, en donde se le realizará la necropsia de rigor que haga oficiales las causas del deceso.
GUILLERMO RAMOS T.
EL BUEN TONO
