Acatlán.- Las investigaciones policiacas sobre la ejecución de Rosalino Loyo Luna siguen su procesos de ley; para las autoridades ministeriales, la muerte del hoy occiso pudo tratarse de una posible venganza debido a que este sujeto contaba con un amplio historial deleictivo con la banda apodada “Los Diablos”, que él y su cuñado, “El Lagrimitas” comandaban.
Rosalino, quien era originario de la población de la comunidad de Rancho Tablas y vecino de Tétela Oaxaca, municipio de Acatlán, fue ejecutado el día miércoles por dos sujetos que llegaron hasta la parcela de su concubina, Laura Sánchez Mejía, donde se encontraban resembrando caña, quienes de manera inesperada le dispararon a quemarropa en el rostro; sus hijos, que estaban presentes, y su pareja sentimental fueron testigos de la tragedia, pero debido a las amenazas, no pudieron reconocer a los verdugos del asesinado.
De forma extraoficial se dio a conocer que el acribillado tenía muchas cuentas pendientes con la justicia, ya que se le relaciona como uno de los cabecillas de la banda “Los Diablos”, que era comandada por Braulio Martínez Martínez, alias “El Lagrimitas”, quien se encuentra purgando condena en el penal de Cosolapa por un sin fín de asaltos.
De la Redacción
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