Yanga.- Un vendedor de agua, de 34 años, vecino de la congregación Cacahuatal, en Amatlán, fue asesinado presuntamente a machetazos, al ser atacado por sujetos desconocidos que lo asaltaron y le robaron $38 mil, que había ido a pedirle a un compañero de trabajo, en la colonia Carriles, de Yanga.
La victima se llamó Tomás Madero Méndez, vendedor de agua, quien tenía 34 años y vivía en la congregación Cacahuatal, perteneciente al municipio de Amatlán de los Reyes.
Su cuerpo quedó reclinado boca abajo, encima de una llanta, donde murió
desangrado.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 17:00 horas de este jueves, cuando la víctima llegó a ver a uno de sus conocidos, de nombre Gilberto Hernández, de 39 años, también vendedor de agua, y quien se hallaba en su casa, en la prolongación de la calle 2, y la avenida 8, en la colonia El Carril, a unos metros del río Seco. Gilberto vive ahí con su padre y otros 2 hombres de avanzada edad.
Según las primeras investigaciones, ambos vendedores hicieron un convenio para el préstamo del dinero y luego fueron por una mujer, que trabaja en la gasolinera de la desviación a Omealca, para que los ayudara a redactar el convenio.
Más tarde, acudieron a un centro de cómputo ubicado junto al Palacio municipal, donde la empleada hizo el documento que después fue firmado.
Posteriormente, una vez que llevaron a la joven a su trabajo, los 2 vendedores de agua retornaron al domicilio, donde la víctima recibió el dinero.
Sin embargo, cuando salía con los $38 mil, Tomás fue atacado por varios sujetos que inicialmente lo golpearon y después lo hirieron a machetazos en la cabeza, en la nuca y el tórax, donde presentó varias heridas, que le provocaron la muerte.
Momentos después, habitantes del lugar pidieron auxilio a la comandancia municipal, que se ubica a unas 4 cuadras, por lo que al lugar se presentaron policias municipales de Yanga, y al descubrir al joven muerto, inútilmente buscaron a los agresores. Después, acordonaron el área del camino, localizado junto a una finca de café.
Ahí se encontraban cuatro camionetas de diferentes marcas, que después fueron decomisados y retirados con grúas para ser puestas a disposición de las autoridades, y que son propiedad del padre de Gilberto.
Luego, los policías preventivos, solicitaron la presencia de las autoridades ministeriales, acudiendo elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), así como peritos criminalistas de los Servicios Periciales.
También arribó personal del Ministerio Público adscrito a la Unidad Integral de Procuración de Justicia (UIPJ), que junto con los peritos, realizó las diligencias de rigor y ordenó el retiro del cuerpo, para ser enviado al anfiteatro en Córdoba.
Este nuevo crimen, forma parte de la ola de hechos delictivos que desde hace varios meses se han registrado en la zona, y muchos de los cuales continúan sin ser esclarecidos.
Antonio Osorio
El Buen Tono