Por Francisco Garfias / columnista
Andrés Manuel López Obrador se sumó ayer al asedio que padece el INE desde que se inició la Cuarta Transformación.
El Presidente llamó “desquiciados” a los consejeros del instituto. Dice que están enojados “porque va a haber democracia”. No olvida lo que sigue llamando “fraude del 2006”.
Fustigó a uno en particular: Ciro Murayama. Usó palabras que reflejan resentimiento. “Este señor firmó un desplegado; siempre digo lo que pienso, mi pecho no es bodega, porque yo no odio, pero no olvido…”.
No dijo el Presidente de qué va el famoso desplegado, pero Ciro Murayama sí lo recuerda muy bien. Le dijo a Javier Risco, de la XEW, que se trata un texto que firmaron 120 personas —académicos, articulistas, rectores, artistas—.
En ese texto hacen un llamado a la concordia en aquellos aciagos días de la toma de avenida Reforma, de la “presidencia legítima” y del sonado “al diablo con sus instituciones”.
Y para que no haya dudas de sus dichos, Murayama subió una copia del desplegado a sus redes sociales. “Nunca apoyaría un atropello al voto”, aseguró.
* El ataque al instituto, lanzado desde la mañanera, se produce de cara a la renovación parcial del Consejo General —cambian cuatro de los 11 consejeros— prevista para abril próximo. Se inscribe en el marco de la estrategia de la 4T para cooptar al órgano electoral. Va desde la promoción de reformas legales que atentan contra la autonomía del instituto, hasta la infiltración de funcionarios afines.
Pero, también, el uso del órgano de control interno para amedrentar a sus funcionarios, y la estrangulación
financiera.
Al INE le bajaron mil 72 millones de pesos de su presupuesto en 2020. Más o menos el 12 por ciento. Eso obligó a achatar los objetivos en un año, donde arranca el proceso electoral para las elecciones del 2021 en las que serán renovadas 15 gubernaturas (Baja California, incluida) y la Cámara de Diputados federal.
Se proyectaba, por ejemplo, la renovación de 16 millones de credenciales. Van por 14 millones. Ya no será posible modernizar los equipos que permiten al instituto monitorear los promocionales de los partidos y autoridades electorales. Se cancelan esos y otros muchos proyectos.
* Murayama estuvo en la Cámara de Diputados esta semana. Fue a decir una verdad que incomoda a Morena y a sus aliados de la Coalición Juntos Haremos Historia: están sobrerrepresentados.
Documentos en mano hicieron ver que Morena y sus rémoras obtuvieron sólo el 44 por ciento de los votos en todo el País. Les recordaron que tienen el 62 por ciento de las curules.
“Casi todo mundo se queda con la idea de que Morena obtuvo el 53 por ciento de votos, lo cual es cierto para la elección presidencial, pero no para la de diputados”, le contó a Risco.
Y más: “eso quiere decir que las oposiciones tuvieron el 56 por ciento de los votos. La mayoría votó por construirle un contrapeso al Presidente. Pero por defectos legales y por ser una estrategia más particular, Morena y sus aliados lograron la mayoría absoluta”, puntualizó Murayama.
* Marcelo Ebrard le dio ayer un rozón a Porfirio Muñoz Ledo, sin mencionarlo por su nombre. Lo hizo al abordar el complejo tema de los flujos migratorios en la reunión plenaria de los senadores de la Coalición Juntos Haremos Historia. El Canciller fue claro al advertir que ningún migrante que quiera ingresar por la fuerza se podrá quedar en México. “La Ley lo dice”, subrayó.
Enseguida, entre risas de los senadores de Morena, destacó: “Por ahí hay un diputado que no le gusta la Ley, pues que presente una propuesta”, dijo.
Posteriormente, al final de la rueda de prensa que ofreció en el Senado, le preguntamos al Canciller si ese diputado al que no le gusta la Ley se llama Porfirio Muñoz Ledo.
Todos sabíamos que hablaba de él. También Marcelo. Y aunque recurrió al sarcasmo, se rehusó a personalizar.
“Nunca lo hago. El exhorto es que presente las iniciativas, porque nosotros lo único que hacemos es cumplir la Ley.
“La ley no establece que algún grupo pueda transitar por territorio mexicano sin cumplir las leyes mexicanas. No lo he visto por ninguna parte. Pero si alguien piensa que eso está bien, que lo presente. Si se aprueba, nosotros lo acatamos”, puntualizó. (columna tomada de Excélsior)