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xalapa.- Desde el inicio del sexenio de Cuitláhuac García Jiménez, comenzó a operar una red de empresas de grúas, conformada por Grumex, GATBSA y SEAX, que han esquilmado y extorsionado a dueños de vehículos de transporte público y privado en más de 80 municipios de Veracruz.
Detrás de esta organización operan dos prestanombres, quienes se sospecha están bajo la influencia del secretario de Gobierno de Veracruz, Patrocinio Cisneros Burgos.
Grumex, GATBSA y SEAX han tejido una compleja red de grúas utilizadas para estafar a los ciudadanos con vehículos involucrados en algún accidente.
Sus operadores, apoyados por la Policía Estatal, utilizan tácticas coercitivas para levantar vehículos y llevarlos a corralones clandestinos, una vez ahí, el dueño debe pagar sumas exorbitantes por la liberación de su vehículo (casi por el valor total del automotor), en caso de no hacerlo, la unidad es desmantelada y desvalijada para ser vendida por piezas.
Por mucho tiempo, los residentes de la zona centro del país han sido testigos de esta atrocidad, conocida por todos, pero hasta el pasado viernes, se hizo justicia, aunque imperfecta.
Grumex ha representado uno de los mayores atracos perpetrados por el gobierno de Veracruz contra la ciudadanía, generando indignación y desconfianza hacia las instituciones encargadas de velar por el bienestar de la población.
El modus operandi de esta red es abiertamente fascista y extremo. Aprovechándose de la vulnerabilidad de quienes se ven involucrados en accidentes automovilísticos, estas grúas operan sin escrúpulos, instaurando el miedo y la incertidumbre en la comunidad.
La complicidad entre la red y la Policía Estatal es una clara muestra de la corrupción que permea en algunos niveles del gobierno de Veracruz, lo que resulta en una sensación de impunidad para los delincuentes detrás de esta operación criminal.
