Estados Unidos.- Luego de uno de los recesos de temporada más turbulentos que haya habido en la NFL debido al escándalo de los balones desinflados, el famoso “Deflategate”, una nueva campaña está por iniciar.
Tom Brady, el hombre bajo los reflectores por haber ganado otro Super Bowl en febrero y luego por estar en el centro de la controversia por la confrontación con el comisionado Roger Goodell, la cual incluso llegó a manos de un juez, estará en el campo del Gillete Stadium cuando sus Patriots de Nueva Inglaterra estrenen su corona al recibir a los Steelers de Pittsburgh. El primer partido de la campaña será, como cada año, en un jueves por la noche (hoy) en la casa del campeón, pero a diferencia de otras ocasiones no estará presente el comisionado, quien de esa manera evitará fuertes abucheos. La presencia de Brady, tras ser levantada su suspensión de cuatro partidos, ya era motivo suficiente de interés nacional e internacional de cara al primer juego, pero la curiosidad es ahora mayor tras el reporte de ESPN y Sports Illustrated del martes en el que se detalla todo un sofisticado esquema de espionaje de los “Pats” para jugar con ventaja, incluyendo una videoteca entera de señales robadas a los oponentes, algo que está prohibido, y planes de juego hurtados de los vestidores rivales.